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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 19:57

Los macrofestivales de Castellón se cancelarán cuando el Gobierno dé un golpe sobre la mesa

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La suspensión por "causa de fuerza mayor" les acogería a una cláusula que les permitirá optar a ayudas y subvenciones estatales

Rafa Mezquita//Castellón Información

Los macrofestivales que se celebran en Castellón, concretamente en Benicàssim y Borriana, tienen muy crudo poder festejarse este verano. No hace falta ser Sherlock Holmes para aseverar que la situación sanitaria tan delicada que vivimos a día de hoy por el coronavirus los pone en jaque.

Hasta ahora, ni el FIB, ni Arenal Sound, ambos de la promotora The Music Republic, han anunciado su cancelación porque, según las fuentes consultadas, “quieren apurar hasta el final”. Tampoco lo ha hecho el Rototom Sunsplash, que es el que se celebra más adelante, bien entrado agosto.

No se han pronunciado todavía porque esperan que el virus deje margen este verano con el aumento de las temperaturas y porque confían que en caso de que se puedan llevar a cabo, se vaya a hacer con fuertes restricciones que vendrán impuestas por el Gobierno en materia de aforo y movilidad. Pero aún así, no niegan que la situación "es muy delicada".

La rentabilidad, a expensas del Gobierno

En este escenario, nunca mejor dicho, para este tipo de festivales el vender abonos por menos del 80% no serviría más que para pagar los gastos de producción y organización. En el caso de que la restricción fuera del 50% lo más rentable sería cancelar, según indican algunas fuentes del sector. Además, estaría también por ver la fiabilidad que aporta ahora España como destino internacional y la atracción que supone entre británicos y italianos, muy atraídos por el FIB y el Rototom.

Sobre aspectos de seguridad, fuentes policiales de Benicàssim también indican a este medio que “lo lógico sería que no se celebrasen por muchos motivos, pero la seguridad a día de hoy no está garantizada por la alerta sanitaria”.

"Causa de fuerza mayor"

De esta manera, el golpe sobre la mesa que esperan los festivales para cancelar sus certámenes de 2020 esta claro: Que el Gobierno dé el primer paso y que limite los accesos a los recintos. Si la Administración da este movimiento el dominó caerá. FIB, Arenal y Rototom podrán acogerse a la cláusula de fuerza mayor para así poder romper acuerdos y contratos ya anunciados con los artistas, así como con los proveedores de sonido, escenarios, seguridad, pero sobre todo en términos de publicidad.

Este último apartado es el que se paga con anterioridad y donde se hace una fuerte inversión previa que ahora necesita de una cláusula que les permita recibir una indemnización, la ayuda económica estatal y con ello poder devolver el importe de las entradas a cada uno de sus asistentes.