Luis Andrés Cisneros.
Se entiende como metástasis a la diseminación del cáncer por otras partes del cuerpo distintas a donde se formó originalmente. Por ejemplo si un cáncer de mama se disemina al pulmón, las células cancerosas del pulmón serán células del cáncer de mama, no del pulmón.
Muchas muertes por cáncer se producen cuando el cáncer viaja, desde el tumor original, y se disemina por otros tejidos y órganos. Esta patología está, por desgracia, de rabiosa actualidad en nuestros días.
De todos es bien sabido que, la mejor forma de atajar un problema cancerígeno es la rapidez en el diagnóstico y la puesta en marcha, de manera inmediata, de las medidas tendentes a evitar su diseminación y a erradicarlo en estadios primarios, de lo contrario, sólo pueden ser útiles los tratamientos paliativos que, en ningún caso, acabarán con el problema.
Pues bien, afortunadamente que nuestros políticos no están ocupando cargos en los distintos servicios de Oncología repartidos por toda la geografía española, de lo contrario, la cantidad de éxitos (muertes) alcanzaría al cien por cien de los pacientes aquejados de cáncer.
El pasado sábado, todo el mundo pudo asistir, imagino que cada vez menos boquiabiertos, a la rápida extensión de las células metastásicas, por todo el cuerpo del ingresado en UVI, Estado Español.
Para más ‘INRI’ allí se encontraban órganos de vital importancia para la supervivencia del enfermo como, el Rey, el ¿presidente? del Desgobierno Central y una colección de órganos y tejidos que, cual Tancredo de manual, exhibían su cara más inexpresiva, mientras el cáncer les azotaba inmisericordemente.
Estas situaciones vienen de muy lejos, yo diría que desde el mismo momento en que el, entonces Rey, nombra a Adolfo Suárez, a la sazón Ministro Secretario General del Movimiento (por si la legión de franquistas lo ignoran, seguro que sí, era el Ministerio encargado de que se cumplieran los designios de FET y JONS). Curiosamente nadie le ha echado en cara nunca este pasado ‘franquista’. Es más incluso, el Aeropuerto de Barajas lleva su nombre y nadie piensa en cambiarlo.
Su juramento, y está ahí para verlo y escucharlo, dice, entre otras cosas ‘con lealtad absoluta al Rey y estricta fidelidad a los principios del Movimiento Nacional y a las Leyes Fundamentales del Reino’. Que cada cual extraiga las conclusiones que crea convenientes.
Posteriormente, hubo siete señores que nos colocaron una bomba de relojería y fueron los llamados ‘padres de la Constitución, Gabriel Cisneros, Miguel Herrero, José P. Pérez-Llorca, Gregorio Peces-Barba, Jordi Solé, Manuel Fraga y Miguel Roca. Fueron los inventores de las autonomías y de incluir la palabra ‘nacionalidades’ en la Constitución. Ahí, en ese momento, se inició el cáncer en nuestro país.
Luego han seguido la riada ingente de transferencias a las distintas regiones, el incumplimiento de sentencias judiciales por parte de administraciones públicas, la persecución del idioma español, de las familias, de la comunidad cristiana. Las vejaciones e insultos a los signos de España, su himno, su bandera, su historia…….
Y el equipo médico, que tenía que velar por la enfermedad y sus síntomas, de vacaciones, o lo que es peor, instaurando tratamientos que van en contra de la vida del paciente. Ni quimioterapia, ni radioterapia, ni siquiera probar nuevos tratamientos, aunque sea en fase de investigación.
Su filosofía es bien sencilla ‘no se equivoca nunca quién no toma decisiones’ No se equivocan, pero el paciente se les muere.
Es indignante que, después de una sanguinaria masacre producida en España, una supuesta manifestación en homenaje a las víctimas, se transforme en un homenaje a la Nuevos Catalanes no Hispanohablantes, y en la constatación, más que evidente, de que la metástasis cancerígena en nuestro país está llevando al paciente a una muerte segura.
Todos los figurantes en esta tragedia griega, desde el Rey hasta el último político con responsabilidad de gobierno, del tipo que sea, deberían de abdicar o dimitir, pero claro, eso significa tomar una decisión y, si ello trae consigo la pérdida de ingresos mensuales, la cosa cambia.
Han montado un circo mediático, son la colaboración necesaria del Desgobierno de la Nación. A ojos del mundo entero, Cataluña ya no es España, es más, España ya no es nada. Un país al que vejan insultan, agreden, ningunean y sus máximos representantes, lo único que hacen es mantenerse impertérritos. Una de dos, o tienen miedo a demostrar sus emociones, o es que no las tienen.
El personal médico y paramédico, ha abandonado sus funciones y han dejado en manos de otros el desempeño de sus funciones. El enfermo les importa un huevo. Seguirán yendo día tras día a sitios donde se les insulta. Y se les veja. Mientras sigan cayendo los euros, ¡qué más da!
Al señor Rajoy, lo único que se le ocurre es decir ‘que no ha oído nada’ Sí un médico que no oye, no ve y no siente ni los puñetazos que le dan es el encargado de nuestros enfermos de cáncer, habrá que llevarlos a otro país.
La metástasis ha llegado tan lejos que después de Cataluña, vendrá Valencia, luego las Vascongadas, Andalucía, Aragón….., hasta que el Rey sea sólo monarca de la Zarzuela, aunque sea con domicilio en Roma, como ya pasó en otros tiempos.
Mientras no reseccionemos las Autonomías, la enfermedad seguirá su curso, mientras mantengamos a esta casta torticera, no tendremos solución, mientras defendamos a quienes nos agreden y no defendamos a los nuestros ayudaremos a cavar nuestras tumbas.
Yo no quiero este futuro para mis descendientes. Quiero dejarles un país sin metástasis, ¿y usted?
¡Viva España!



































