Castellón Información
Ayer, miércoles, en mitad de la Semana de la Caridad, las entidades diocesanas que trabajan en el campo de la pastoral social y caritativa realizaron ante la fachada de la Concatedral de Santa María de Castellón un gesto que quería manifestar su labor de crear lazos de cooperación y compromiso para favorecer espacios de esperanza. Seis cintas de colores unieron los participantes en círculos de cooperación, fraternidad, solidaridad, participación, gratuidad y justicia y derechos.
El acto se concluyó con la celebración de una eucaristía presidida por el obispo, en la que volvió a insistir en la necesidad de crear espacios de esperanza, sobretodo ante situaciones tan dramáticas como el suicidio de jóvenes, que es la primera causa de muerte en este segmento de población, indicó con sentido pesar mons. Casimiro López Llorente. Junto a Cáritas, han sido organizadoras Manos Unidas, Sociedad San Vicente de Paul, la Pastoral Penitenciaria, los Antonianos y las Hijas de la Caridad.
Dentro del gesto, se leyó un manifiesto en el que se animaba a “construir y potenciar lo comunitario, porque éste es el único camino de humanización y de esperanza para incidir en todo aquello que atenta contra los derechos de las personas”. También se reconocía solidaridad y fraternidad que ya existe: “Son ya muchas las personas y grupos que están comprometidos con el bien de su prójimo. Gracias a ellos, otro mundo nuevo ya está abriéndose paso aquí y ahora. Ellos son signos de esperanza”.