Don Carlos I de Mazón y Mazón (disculpen la liciencia periodística) debuta a lo grande con sus primeros presupuestos de la Generalitat Valenciana, reduciendo el 20% las inversiones en la provincia de Castellón, que pasan de los 177 millones de euros consignados por Ximo Puig en 2023 a los 142 millones previstos para 2024.
Naturalmente, el President Mazón ya echa balones fuera para justificar tamaño tijeretazo, escudándose en la herencia recibida del Botànic. No deja de ser curioso que los populares hablen de herencia teniendo en cuenta lo que se encontró Alberto Fabra en 2011 en el Palau tras dos décadas de gobiernos de saqueo y despilfarro presididos por Zaplana, Olivas y Camps.
Un legado envenedado que el exalcalde de Castelló no pudo enderezar y que, sin duda, condicionó la gestión de Ximo Puig al frente del Consell.
El paso del tiempo ha revelado que Carlos Mazón es un político habilidoso y pillo, inspirado argumental y estéticamente en el zaplanismo.
Naturalmente, debería explicar las razones que llevan a un presidente a activar una importante reducción fiscal en una comunidad mal financiada, que fundamentalmente afecta a las grandes fortunas valencianas, las que el próximo año se ahorrarán 350 millones de euros con la eliminación del Impuesto de Sucesiones. Nefasta praxis política que irremediablemente conduce a una única meta: la de los recortes en política social.
En este sentido, conviene recordar que, sin ir más lejos, el pasado 2 de noviembre se declaró un feroz incendio en la provincia de Valencia, en Montixelvo, que ha arrasado más de 2.500 hectáreas, cuyas llamas iniciales aparecieron solo dos días después de que el Consell de Mazón despidiera a 300 bomberos forestales (31 de octubre). Los envió al paro a pesar de que las previsiones meteorológicas apuntaban la existencia de un elevado nivel de riesgo de incendios forestales.
¿Qué será lo próximo, un despiadado ataque al programa de Xarxa Llibres que provoque que las familias valencianas tengan que transistar nuevamente, ocho años después, por la temida cuesta de septiembre?
Será cosa de estar atentos porque los recursos son finitos y Mazón ya ha dejado claras sus prioridades incrementando un 4,9% las aportaciones de su gobierno a la escuela concertada, que recordemos, agrupa a los colegios especiales que graciosamente paga el conjunto de la ciudadanía a quienes no quieren llevar sus hijos a la gratuita escuela pública.
Una fea tarjeta de presentación que 'Carlos Mazón el recortador', pillo donde los haya, intentará difuminar con la enésima alerta de ruptura de España, por culpa del 'malo malísimo' de Pedro Sánchez.