Se trata de dos camiones para realizar trabajo de obras y limpieza y de una furgoneta de gran capacidad destinada a labores de transporte
Castellón Información
El servicio municipal de brigadas incorpora tres vehículos a gas natural comprimido a su flota. Se trata de dos camiones para realizar trabajo de obras y limpieza y de una furgoneta de gran capacidad destinada a labores de transporte. Con esta inclusión, la flota ya dispone de once vehículos a gas, una tecnología que reduce las emisiones de CO2 un 25% y de óxidos de nitrógeno un 80%. Esta apuesta, enmarcada en el proyecto de Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI), está cofinanciada por los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER) y el Ayuntamiento de la capital de La Plana.
A la entrega de los vehículos han acudido la alcaldesa Amparo Marco y el concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro. Marco ha recordado que una ciudad sostenible es uno de los puntos clave del Acord de Fadrell, de manera que “hemos asumido desde un principio nuestro compromiso con la mejora de la calidad del aire, un objetivo que nos conduce hacia una ciudad 100% sostenible y reducir así la huella de carbono”. Por su parte, Navarro ha asegurado que “en la lucha contra el cambio climático cada detalle es importante y cada gramo de CO2 que logremos evitar contribuye a mejorar y a garantizar nuestra ciudad y nuestro planeta”.
En esta línea, cabe destacar que la tecnología a gas, además de la reducción de emisiones, comporta una serie de beneficios. Por un lado, contribuye a paliar la contaminación acústica de la ciudad, ya que un motor a gas natural apenas hace ruido. Por otro, supone un ahorro para el consistorio, puesto que llenar el depósito cuesta alrededor de un 30% menos que el gasóleo y un 50% menos que la gasolina.
Conseguir una flota de vehículos municipales de bajas emisiones forma parte de un proyecto integrado de eficiencia energética municipal que engloba acciones en el alumbrado, edificios municipales y equipamientos municipales, así como la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos públicos, con doble toma, distribuidos entre las áreas estratégicas de la ciudad. Todo ello para reducir el volumen de emisiones contaminantes y gases de efecto invernadero, mejorar la ratio energético-económica y promover la sensibilización social en el uso de este tipo de soluciones de movilidad.