Invierten una media de 100 euros por persona cada semana con las compras en tiendas y gastos en restaurantes
Los turistas de autocaravanas que visitan durante todo el año la ciudad de Castelló piden que se creen más plazas de aparcamientos por el auge que ha experimentado este turismo. Proceden principalmente de Francia, Países Bajos y Alemania y algunos pasan meses en sus vehículos aparcados junto al aérodromo o al Planetario. Califican de muy buenos los servicios que tienen en estas zonas y destacan el buen clima y el mar que pueden disfrutar con sus paseos en bicicleta cada día y además aseguran que el ambiente que se respira es de tranquilidad
S. Barberá/Castellón Información
Matrimonios de jubilados procedentes de Países Bajos, Alemania y Francia, mayores de 70 años, que pasan largas temporadas en Castellón son el perfil del turista que se encuentra en los dos aparcamientos de autocaravanas de Castelló, el que está junto al Planetario y el que se encuentra al lado del aeródromo. Todos ellos coinciden en señalar que hacen faltan más espacios de aparcamiento porque hasta hace dos o tres años, no había tantas autocaravanas, pero ahora aseguran está siempre a tope y a veces no hay sitio y tienen que buscar otros lugares para poder aparcar sus vehículos.
Uno de ellos es Peet Fohhinga, de 70 años, que viaja con su mujer. Ambos disfrutan del clima y de la costa castellonense durante 3 semanas y el próximo lunes partirán hacía los Países Bajos de donde proceden, no sin antes hacer una parada en Vinaròs. Según ha explicado “llevamos 4 meses en España, hemos estado en la zona de Alicante y Valencia y ahora aquí”. Peet destaca que “los servicios que tenemos en este aparcamiento son perfectos, tenemos agua y podemos limpiar nuestros depósitos de aguas negras”.
Salir en bicicleta hasta Benicàssim y Oropesa por la Vía Verde es una de las actividades que realizan todos los turistas entrevistados. Peet explica que “salgo con mi mujer en bicicleta para disfrutar de los paisajes porque es una zona con mucha calma y se está muy bien”, aunque lamenta que “desde hace un par de años los lugares para dejar nuestra autocaravana no son tan amplios. Ahora viene mucha más gente y eso se nota. Deberían poner más sitios para poder aparcar nuestros vehículos cuando esto se llena, que últimamente siempre está lleno”.
De la misma manera opina Margien Haanstra, también de Países Bajos, y de 73 años que viaja acompañada de su marido. “Aunque hay muchas más caravanas que hace unos años, la verdad es que estamos muy contentos de venir aquí cada año”. Pasan unos dos meses y medio en Castellón porque “nos gusta el sol, hace muy buen tiempo, nos encanta la playa y la ciudad de Castelló es bonita, especialmente la plaza Mayor”. Tanto Margien como su marido vienen con sus bicicletas para salir cuando pueden para visitar otras localidades cercanas.
Nimejer Jam es otro de los turistas que se encuentra estos días en Castelló y que viaja con su mujer en autocaravana. Procedente de Países Bajos lleva visitando la provincia más de 5 años y las bicicletas son indispensables para su estancia “Castellón es perfecto para gente con bicicletas porque es llano y podemos ir por el carril bici hasta otros sitios como el Grau o Benicàssim”. Nimejer también señala la necesidad de crear más plazas de aparcamiento para este tipo de vehículos porque “muchos días, especialmente por la tarde, está todo completo y tienes que buscarte otros sitios para aparcar o irte a otro lugar como Benicàssim, aunque allí hay muy pocas plazas para aparcar este tipo de vehículos”.
Además señala que “los que estamos aquí con nuestras autocaravanas nos dejamos una media de 100 euros por persona a la semana entre las compras que realizamos en las tiendas de Castelló y los bares y restaurantes”. Otra de las aficiones de Nimejer y su mujer es acudir al mercado de Benicàssim los jueves y al del Grau el viernes.
En el aparcamiento junto al Planetario, Brigitte de Francia, explica que ha venido con toda su familia, hijos y nietos porque los escolares tienen una semana de vacaciones y les gusta mucho la tranquilidad que se respira junto al mar.