Begoña Carrasco García. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón. Presidenta del PP de Castellón de la Plana grupopopular@castello.es
Feliz Navidad a todos los castellonenses. Mi más sincero deseo de que estos días que vamos a iniciar sean de amor y fraternidad para todos, y que los lectores lo puedan pasar en compañía de sus familiares y seres más queridos. Hasta donde la pandemia nos permita y siempre respetando al máximo las medidas para evitar contagios.
Porque al nuevo año le pedimos salud, empleo y apoyo por parte de unos gobiernos que ahora mismo parecen más empeñados en complicarnos las vida a todos los castellonenses que en solucionar nuestros problemas. No hace falta que hable de cuál es la situación de la pandemia ahora mismo. Estamos en una sexta ola desbordada, con unas infraestructuras y unos servicios absolutamente incapaces de asumir las demandas sanitarias, porque tenemos un gobierno nacional, autonómico y local que no han hecho los deberes en el último año y medio. Es lo que tiene insistir en que volvamos a recuperar la ‘normalidad’, cuando el virus no está ni mucho menos extinguido.
Tampoco el empleo nos ha dado una tregua. Castellón sigue instalada en el entorno de los 15.000 parados, sin moverse, y demostrando que el paro se ha convertido en estructural, y que los gobiernos socialistas no son capaces de generar medidas que dinamicen el mercado laboral y generen puestos. Ya sabemos que la izquierda es más de la subvención y la ayuda… Si a esto le sumamos el alza estratosférica de la luz, el gas, la gasolina y la cesta de la compra… la indigestión ya es mayúscula.
Y ante este panorama, solo nos quedaría contar con el apoyo por parte de las instituciones, pero tampoco aquí parece que vaya a ser mejor. De hecho, el gobierno municipal de Amparo Marco no nos va a dejar ni disfrutar de las Navidades en Paz. Literalmente.
El tripartito de PSOE, Compromís y Podemos acaba de anunciar que van a iniciar obras y cerrar al tráfico la plaza de la Paz, uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. Más de 800.000 euros van a gastarse en un proyecto que nadie ha pedido, que no es necesario y que, además de las molestias y pérdidas que va a generar durante las obras, va a suponer la puntilla definitiva al casco histórico, puesto que en la práctica va a ser todavía más difícil el acceso. El objeto de la iniciativa es eliminar uno de los dos carriles que ahora existen, de manera que carril bici, transporte urbano y vehículos van a tener que convivir en la única plataforma que existirá. ¿Se hacen una idea?
Una más. Cuando todavía están en pie de guerra los vecinos de la avenida Lidón en contra de unas obras que van a costar 3,3 millones de euros y que van a cortar al tráfico uno de los ejes de acceso a la ciudad, el gobierno municipal abre un nuevo incendio, y lo hace, como siempre y para no variar, sin contar con los vecinos. Sin recurrir a la participación ciudadana de la que presume, pero que luego no ejerce.
Y así vamos a afrontar las próximas fechas, con más penas que gloria. Lamentablemente, no van a ser unas navidades en paz. Cuídense mucho. ¡Feliz Navidad!