Las obras de este vial, que suponen la mejora de la movilidad peatonal y el calmado del tráfico, concluirán este mes de enero, antes del plazo de ejecución previsto
Las obras del bulevar Blasco Ibáñez están a punto de concluir. Los trabajos, que comenzaron el pasado 20 de septiembre, supondrán una mejora de la movilidad peatonal y el calmado del tráfico tras eliminar definitivamente los tres pasos transversales de las calles José Barberá Cipriá, Gonzalo Puerto Mezquita y Miguel de Unamuno con el objetivo de dar continuidad al paseo central.
"El objetivo de estas reformas es priorizar a las personas, mejorar la movilidad de los peatones, habilitar áreas más seguras y tranquilas y calmar el tráfico rodado en la ciudad. Este proyecto que hemos reformulado cumple con nuestro compromiso de reconvertir este espacio urbano en un área de convivencia ciudadana intergeneracional, que mejore la calidad de vida de los castellonenses”, ha afirmado la alcaldesa, Begoña Carrasco, en su visita a las obras junto con el concejal de Urbanismo, Sergio Toledo, y el concejal de Movilidad, Cristian Ramírez.
En este sentido, desde el Ayuntamiento han confirmado que este mes de enero se realizará la recepción de la obra. De esta manera, los trabajos concluirán antes del plazo inicial de ejecución previsto, establecido en cinco meses. Esta reforma ‘express’, adjudicada a Civicons Construcciones por un importe de 417.108,12 euros, ha incluido la instalación del primer banco solar de recarga para móviles con el que cuenta la ciudad de Castelló, emplazado frente a la piscina provincial, en concreto en la intersección de la calle José Barberá Cipriá.
Juegos infantiles y aparatos de ejercicio físico
Asimismo, esta obra también ha contemplado la creación de dos áreas de juegos infantiles con columpios, balancines, toboganes y otros conjuntos, además de bancos para el descanso; puntos específicos con aparatos de ejercicio físico y mantenimiento para personas mayores.
Por otro lado, se han instalado papeleras con compartimentos separados para fomentar el reciclaje, dispensadores de bolsas para recoger los excrementos caninos y un aparca bicis.
Carrasco ha recordado que esta reforma "es un proyecto heredado del gobierno anterior que hemos reorientado contando con aportaciones vecinales, que no estaban contempladas el proyecto original, de manera que cumplimos con las directrices europeas de favorecer la movilidad peatonal y con la mejora de la zona residencial dotándola de más zonas de juego”.
Ejemplo de ello es el traslado de la zona de juegos a un solar cercano a la Ciudad de la Justicia, con el fin de respetar el descanso de los vecinos, o mantener la ubicación del tobogán con forma de hormiga, que se ha convertido en un icono para el barrio.
