Se han identificado diferentes puntos ‘negros’; el más crítico es un tramo de la avenida Valencia al que el Ayuntamiento dará solución con una primera actuación en la que invertirá 400.000 euros
El temporal que ha sumido a la provincia de Valencia en una de las mayores tragedias de su historia, cobrándose la vida de al menos 211 personas en la Comunitat, abre el debate en torno a los planes de prevención, los protocolos ante una emergencia y la realidad de la emergencia climática. ¿Están los municipios preparados para afrontar una DANA de estas características?
La ciudad de Castelló es uno de los tantos municipios de la Comunitat que cuenta con un Plan de Actuación Municipal frente al Riesgo Inundaciones. Un documento cuya última actualización data del año 2021 y que advierte que la capital de la Plana y su entorno cuentan con “zonas con elevado riesgo de inundación”.
Cauces insuficientes para la pluviometría de la zona, obras de fábrica que obstruyen el paso del agua, conos aluviales o desaparición de barrancos debido a asentamientos urbanos e industriales, fenómenos meteorológicos que aportan grandes cantidades de precipitación en episodios prolongados y lluvias torrenciales forman parte de las causas que convierten a Castelló en una ciudad inundable.
El plan municipal frente a inundaciones, que abarca la organización de la vigilancia en situaciones de preemergencia y la actuación de los recursos disponibles en situaciones de emergencia, sitúa a Castelló en riesgo alto por inundación de origen fluvial. Así como también el Plan de Acción Territorial sobre prevención del Riesgo de Inundación en la Comunitat Valenciana (Patricova), que advierte que el municipio de Castelló cuenta con una amplia afectación por peligrosidad y riesgo de inundación.
Así, se identifican como posibles escenarios de inundación en el término municipal de Castelló los desbordamientos del Río Seco, los barrancos del norte y el barranco del Sol, así como inundaciones en la zona de la Marjalería, la desembocadura del Barranquet d’Almassora y pasos inferiores.
Los puntos ‘negros’ de la ciudad
El Ayuntamiento ha identificado algunos puntos de la ciudad en los que las inundaciones se repiten de manera reiterada durante episodios de lluvias intensas. El más crítico se sitúa en la avenida Valencia, en concreto en la rotonda ubicada frente a plaza de la Libertad y la intersección con la calle Larra. Un tramo en el que el consistorio anunció hace unos días una inversión de 400.000 euros para realizar las primeras actuaciones que ayuden a atajar esta problemática.
Otras de las zonas en las que se ha detectado problemas de acumulación de agua son pasos subterráneos, como es el caso del túnel de acceso al grupo Lourdes; un tramo de la avenida Hermanos Bou; otro ubicado en la ronda Este, a partir de la rotonda de la Cámara de Comercio y en sentido hacia el Palau de la Festa; la avenida Lidón, desde la calle María Rosa Molás hasta la basílica; el barranco del Sol, con capacidad para 40 hm3 (donde se ha llevado a cabo recientemente una mejora de la canalización); y, por supuesto, la zona de Marjalería.
Asimismo, cabe mencionar que el río Seco cuenta con dos puntos críticos a su paso por la ciudad. El primero es el que se localiza en las inmediaciones de la avenida Castell Vell, por debajo de la ronda, y el segundo se corresponde con la zona donde se ubica el supermercado Chárter y la gasolinera. Se trata de dos puntos en los que se eleva el riesgo de desbordamiento y que afectarían a las viviendas de la Marjalería.
Con todo, desde el equipo de gobierno insisten en que es “prioritario” dar solución a los problemas de acumulación de agua en todos los puntos críticos con los que cuenta la ciudad, aunque señalan que estas actuaciones requieren de una gran cantidad de recursos económicos.
Asimismo, advierten de la problemática en el caso de lluvias torrenciales o precipitaciones intensas en un corto intervalo de tiempo, como ya ocurrió el pasado jueves, donde la capital de la Plana registró acumulados de hasta 40 litros por metro cuadrado en tan solo 30 minutos. Unos episodios para los que no está preparado el sistema de alcantarillado actual con el que cuentan las ciudades.
Protocolo ante lluvias intensas
El mes de octubre es el que concentra el máximo mensual de precipitaciones en Castelló, con más del 20% anual. Según se extrae del Plan de Actuación Municipal frente al Riesgo Inundaciones, es en este mes cuando se produce la máxima diferencia térmica entre tierra (18,2 °C) y mar (24,2 °C), la máxima humedad relativa (72%), así como los máximos de velocidad de vientos, próxima a los 40 km/h.
Ante episodios de lluvias intensas, existen protocolos específicos, como el seguimiento de niveles de lluvia y fenómenos meteorológicos o la activación de medidas preventivas cuando las lluvias superan ciertos umbrales (40 l/m² en una hora o 100 l/m² en 12 horas). Entre las acciones se encuentran la vigilancia, control en zonas vulnerables y colaboración con servicios municipales y voluntarios de Protección Civil.