Jorge Fuentes. Embajador de España.
El 22 de Septiembre pasado, Angela Merkel, al frente del partido cristiano demócrata (CDU), ganó las elecciones alemanas con buenos resultados pero sin mayoría absoluta. Dejando aparte las reacciones que esta victoria tuvo en Europa -muchos países, en especial Grecia, ven a Merkel como la causante de sus males- , hoy querría hablar de otro asunto.
En Alemania no hay tradición de gobernar en minoría. Nunca, ningún partido, lo ha intentado desde el final de la segunda guerra mundial. De ahí que el CDU esté estudiando una vez más, con qué partido podría formar coalición.
Una posibilidad sería aliarse con los verdes pero el pobre 8`4% de votos obtenidos por éste, lo vuelve un socio poco rentable. De ahí que el CDU esté pensando formar de nuevo una gran coalición con el principal rival de la oposición, el partido social-demócrata (SPD). En principio éste se resistía al trato ya que la última vez que se alió con la derecha el SPD salió mal parado y lo pagó caro en las siguientes elecciones, en 2009, en que con un 23% obtuvo el peor resultado de su historia reciente. La cuestión parece sin embargo estar decidida y antes de fin de año habrá un gobierno de coalición de los dos principales partidos alemanes. La gran coalición ha sido posible en el pasado de la RFA y probablemente seguirá siéndolo en el futuro. Traslademos la cuestión al caso español.
¿Se imaginan ustedes una gran coalición entre el PP y el PSOE? ¿No les parecería un insulto a una democracia basada en el libre juego de partidos? Una de las lecturas que se haría de tal alianza en España es que, ahora que el pluripartidismo es una realidad cada vez más patente a escala mundial debido a la erosión de las tendencias clásicas, ahora que las ideologías se difuminan y con ellas lo hacen las derechas y las izquierdas, los dos grandes partidos en España, para intentar retener el poder, se saltan a la torera sus diferencias y aceptan gobernar juntos. Rajoy de Presidente y Rubalcaba de Vicepresidente. O viceversa.
¿No les suena extraño? Como a mí sí, he pensado en las alternativas. El PP, o gana por mayoría absoluta –cosa hoy impensable- o no tiene con quién pactar ya que ni UPyD ni los partidos regionales, sistemáticamente despreciados por Rajoy, estarían dispuestos a ir a una coalición con los populares.
Pese al debilitamiento del PSOE, es posible que en dos años siguiera siendo el segundo partido en votos en España y si IU sigue reforzándose, podrían formar una coalición como la que hoy gobierna Andalucía con escaso acierto. Si, por añadidura, tuvieran más éxito que el PP en atraer a catalanes y vascos, en pocos años podríamos encontrarnos con un país empobrecido y desintegrado.
Ante semejantes escenarios cataclísmicos, ¿qué alternativa cabe imaginar? El PP debe iniciar desde ya una política de acercamiento a los partidos que estén dispuestos a aceptar una política de Estado, como UPyD o algún partido regional. Operación nada sencilla pues es bien sabido que en el escenario político, lo que se intenta ganar por un flanco –sea éste el derecho o el izquierdo- se pierde por el otro.
Si esta última operación no resultara posible y hubiera que optar, les digo que antes preferiría una gran coalición a la alemana que otra a la andaluza.