Antonia García Valls. Portavoz del PSPV en el ayuntamiento de la Vall d'Uixó.
El PP plantea una reforma del sistema de pensiones y quiere hacerla a toda prisa. Con la excusa de la crisis, propone rebajar las pensiones y abrir la puerta a la privatización, su obsesión desde hace algún tiempo.
Nuestro país tiene un sistema público de pensiones que viene funcionando con un alto grado de eficiencia, de estabilidad y con perspectiva de largo alcance, desde hace décadas y que ha ido adecuándose en el tiempo, con reformas de sencilla aplicación, cada vez que ha sido necesario.
Un sistema público de pensiones que ha jugado y juega un papel fundamental en la cohesión social y territorial del país que debe mantenerse a toda costa. Por ello, el PSOE exige que cualquier cambio en este sistema de pensiones debe estar muy justificado, muy pensado y, sobre todo, muy consensuado, para garantizar la paz social en su aplicación.
Y, desde el Partido Socialista consideramos que no hay ninguna urgencia que justifique la reforma urgente que pretende implantar el PP. Por muchas razones: porque acaba de entrar en vigor este año la Reforma del sistema que se pactó y aprobó en el año 2011, precisamente para garantizar la sostenibilidad del sistema; porque esa reforma ya contempla medidas correctoras, como el aumento de la edad de jubilación y el número de años para el cálculo de la pensión. Una reforma realizada con con el consenso del Gobierno, los sindicatos, los empresarios y con el apoyo explícito de gran parte de los partidos políticos.
Además, se dispone aún de un importante colchón financiero, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que el gobierno socialista dejó con más de 67.000 millones de euros, que garantizan poder mantener el equilibrio presupuestario del actual sistema durante, al menos, cinco años, incluso en condiciones económicas muy adversas.
Por tanto, parece que las prisas de Rajoy responden más bien al deseo de aprovechar la actual mala situación económica, como excusa para hacer un cambio regresivo sin precedentes que supondría reducir el poder adquisitivo y la cuantía de las pensiones actuales y futuras.
La mayoría absoluta no puede servir para romper el consenso en una cuestión tan importante y tan sensible en nuestra sociedad. Si el PP quiere cambiar el modelo actual, está obligado a hacerlo con diálogo y con acuerdo. La imposición no debe ser la base de ese nuevo sistema.
Es claro que no tod@s somos iguales. El PSOE apuesta por mantener, con una fórmula razonable de actualización de las pensiones, el sistema público. El PP, claramente, como en todo, quiere privatizar. ¿Qué intereses hay detrás? ¿Qué pretende con esto? Ya lo intentó Aznar, esperamos que recapaciten y que consensuen las decisiones.
Aunque visto lo visto….
