Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Llevo tiempo analizando las entrevistas, los comentarios y las tertulias en las que toma parte esta joven y prometedora figura emergente del mundo político español, y tengo que reconocer que cada día me convence más todo lo que dice.
En principio me parecía un islote español en una Cataluña desnortada.
Siempre le observé con una buena predisposición ya que era necesario ser muy valiente y decidido para nadar contra corriente en el embravecido mar de la política catalana.
Su forma de expresarse, su educación para exponer sus razones y su convencimiento en todo momento de las tesis que defendía sin ceder un ápice de sus convicciones despertaron en mí, una simpatía especial hacia el personaje.
Recientemente tuve al placer de verle en una entrevista a varias bandas que le prepararon en La Sexta (la veo en contadas ocasiones y sólo cuando participan personas que me merecen crédito) y acabó de despejar todas mis dudas.
Entre los participantes recuerdo a un Sardá entre cínico y sarcástico que quiso ponerle entre la espada y la pared, en su doble condición de catalán y español y este brillante joven líder de Ciudadanos, supo responder exactamente con las mismas palabras que le habría contestado yo.
Vino a decirle, que ni su condición de catalán le restaba en absoluto españolismo, ni la de español menguaba su satisfacción de sentirse catalán, es decir que era perfectamente posible sentirse catalán y español, sin menoscabo de ninguna de las dos condiciones.
Y aunque sólo fuera por eso valió la pena escucharle.
Le explicó perfectamente que no tenía aún decidido si se presentaría como cabeza de lista al Parlamento Catalán o al Congreso de los Diputados de España en las generales, porque ese era un tema de debate en los órganos de dirección de su partido, y en su momento allí se decidiría lo mas conveniente para Ciudadanos, para Cataluña y para España según los criterios de los mismos.
Nada nuevo bajo el sol, y todo dentro de una educación y un saber estar que nunca ha soñado el ex presentador de las televisiones privadas en mi opinión.
Como discutible humorista tendría un pase Sarda, pero como entrevistador de temas serios, me pareció deplorable.
Rivera le dio una serie de explicaciones del porque había sido imposible un pacto con UPyD sin escurrir el bulto en ningún momento y analizando las razones de la negativa de Rosa Diez con todo respeto.
Yo le compro totalmente todo su discurso, porque siempre le he oído luchar y defender los mismos conceptos.
Es cierto que “una cosa es predicar y otra dar trigo”, y que para quienes nunca han gobernado, resulta mucho más fácil una campaña electoral, que para aquellos que ya han ejercido funciones de Gobierno y por tanto han tenido el desgaste normal.
Defendió la figura de Javier Nart (otro miembro de su partido muy brillante en mi opinión) ante los furibundos ataques surgidos contra él por unos fondos situados en el extranjero y debidamente explicados por el Sr. Nart.
Durante las últimas elecciones europeas, tuve el placer de escuchar a Carolina Punset y salvo en lo concerniente a política energética coincidí con ella en la mayoría de sus planteamientos.
Estas tres personas me parecen a mi la “columna vertebral” de un partido que hasta ahora se movía exclusivamente en el ámbito catalán y en el europeo, pero que por lo visto han dado un paso adelante y van a presentar candidaturas en casi todas las capitales de provincia y en muchos municipios.
Si tuviera que entregarle mi cartera a un político de nuevo cuño en el ámbito nacional no tendría la menor duda en confiar en él.
Por eso aunque sigo lleno de dudas porque estimo que la dispersión del voto de Centro Derecha, podría tener consecuencias dramáticas para la gobernabilidad de España, no descarto votarle en las elecciones generales.
Para las municipales dependerá de la candidatura que presenten, pero mucho me temo que no voy a poder votarles, porque de momento encuentro un equipo muy bien orientado entre las juventudes del PP y no veo razones para negarles el pan y la sal a quien ha sabido gestionar brillantemente los magros presupuestos municipales de Burriana durante la última legislatura.
Pero como lo cortés no quita lo valiente, tengo que reconocer que para las generales va a depender mucho mi voto de las decisiones de Rajoy en lo que queda de legislatura.
Si se acaba de recuperar la situación micro y macro económica de una manera brillante les seguiré votando.
De no ser así y de tratarse solo de una cortina de humo, cambiaré el sentido de mi voto para darle la opción de administrarnos a Albert Rivera, si así lo decidimos la mayoría de los españoles.