En un tono mucho más comedido, Ramón María Calderé, técnico del Castellón compareció ante los medios de comunicación. Justificó las duras palabras que dijo en Haro tras el partido del domingo pasado, habló del 2-1 en contra que tiene el equipo, de la manera de enfocar el duelo contra la escuadra jarrera y desveló que Borja Gracia será el sustituto del lateral sancionado Adriá Gallego.
F. F.
Ramón María Calderé hablo de lo "larga" que se está haciendo la semana y reconoció que "hay unas ganas tremendas" de que llegue el domingo a las 20.00 horas para empezar a jugar, "para quitarnos el mal sabor de boca que nos dejó la segunda parte del partido" que los albinegros jugaron en el campo del Haro Deportivo.
Precisamente, al finalizar aquel partido largó demasiado. Criticó con dureza luego tuvo que rectificar. "Me equivoqué, lo reconozco. El no subir a la primera nos ha descuadrado a todos. Exploté de forma errónea. Fui visceral y sincero porque no me gustó la segunda parte que hicimos, en cambio la primera fue muy buena", señaló.
Por tal motivo, y porque si no se remonta la eliminatoria el domingo se dirá adiós a la posibilidad de ascender a Segunda B, Ramón María Calderé dijo que "ha llegado el momento de volver a ser nosotros mismos", y advirtió que el 2-1 de la ida "es un resultado malo, aunque el gol fuera de casa siempre es importante". Y de cara al partido de vuelta manifestó que "haya que tener paciencia y dan amplitud al juego. Allí ellos arriesgaron poco, pues aquí aún menos".
No tuvo reparo en reconocer que el polivalente futbolista valenciano Borja Gracia será el que jugará en el lateral diestro en sustitución del sancionado Adriá Gallegó. "Es un jugador que nos puede dar diferentes variantes en el juego". Por tal motivo, Juanra Cabrero actuará como central, formando pareja junto a Guille Vázquez.
Por otra parte, siguen las largas colas en las taquillas de Castalia. Ya se han vendido más de dos mil entradas para el partido del domingo, al margen de las que ya han retirado los abonados de manera gratuita. Se calcula que unos diez mil aficionados estarán el domingo en las gradas a partir de las 20.00 horas.
