Carmen Albert. Concejala de Comercio, Transportes y Movilidad del Ayuntamiento de Castellón.
Castellón cuenta con una marcada trayectoria agrícola que nos define como pueblo. Una población mediterránea que ha vivido durante años de la agricultura… ¿quién no tiene un familiar, un amigo o un conocido agricultor? Una manera de vivir que ha forjado nuestro carácter trabajador, luchador, que se sobreviene a las dificultades…
Nuestra tierra se caracteriza por los campos de naranjos con ese aroma a azahar que envuelve nuestro entorno, un cinturón verde que debemos conservar a la vez que trabajar por transmitir esa cultura agrícola de generación en generación para mirar al futuro teniendo muy presente de donde venimos.
De ahí surgen iniciativas de apoyo al agricultor como el ‘Mercat de la Taronja’, un punto de encuentro donde cada domingo los ciudadanos acuden a por naranjas de calidad y recién cogidas de nuestros huertos.
Ahora bien, también debemos estimular esa pasión por la agricultura fomentando el conocimiento y la práctica de la misma y un buen ejemplo es la puesta en marcha de huertos urbanos. Transformar parcelas de la ciudad en pequeños huertos destinados al cultivo de los ciudadanos es una buena manera de mantener la estética urbana acorde con ese cinturón verde y evitar la degradación de determinadas zonas al tiempo que se dota estos espacios de un uso social.
Una realidad que es posible gracias a la implicación de diferentes colectivos castellonenses como asociaciones de mayores, de vecinos, la Cooperativa San Isidro que van a asesorar a los vecinos y vecinas en sus plantaciones, Fepac-Asaja, la junta del Mercado de la Naranja y a todas las personas que contribuyen a hacer de ésta una práctica innovadora y ecológica que ha contado desde el minuto cero con el respaldo del Ayuntamiento.
Por ello, podemos hablar ya de 6 huertos urbanos y 313 parcelas individuales de cultivo distribuidos por los diferentes distritos de la ciudad, para que dondequiera que residas en la ciudad tengas un espacio próximo donde practicar la agricultura.
Lo hemos puesto en marcha con una clara intención: contribuir a que Castellón sea una ciudad bonita, verde, ecológica y que hace de su tradición un elemento social y moderno.