F. A.
Como era de esperar, el ‘rodillo accionarial’ del presidente del Castellón, David Cruz, le permitió sacar adelante una tensa Junta Ordinaria celebrada en una de las salas de la Universitat Jaume I de Castelló. Todos los puntos de orden del día quedaron aprobados ya que el máximo mandatario de la entidad posee algo más del 70% del paquete accionarial del club de la capital de la Plana. La tensión llegó en el octavo punto cuando un accionista pidió explicaciones al presidente sobre qué plan de viabilidad tenía previsto para poder efectuar los pagos a Hacienda, ante la delicada situación de la entidad castellonense.
David Cruz expulsó a dicho accionista al que acusó de amenazas, tanto por las redes sociales como verbalmente. Tras ser expulsado el miembro de Sentimiento Albinegro, asociación de pequeños accionistas y aficionados del Castellón, este colectivo allí presente también abandonó la sala en solidaridad con su compañero. El local quedó semivacío en la recta final de la tensa Junta Ordinaria.
En ella, el consejo de administración aprobó las cuentas del pasado curso liguero que tuvo un presupuesto que superó los 700.000 euros, y que acabó con un pequeño superávit, así como aprobar unos ingresos para esta temporada de 1.069.100 euros, y unos gastos de 1.052.000 euros, por lo que se espera finalizar el curso 2015-16 con un saldo positivo de 16.000 euros. En dicho presupuesto se contempla los ingresos que se generará si el Castellón disputa la fase de ascenso a Segunda División B.
Además, se dejó claro por parte del presidente David Cruz que la entidad no realizará una ampliación de capital social, de ahí la preocupación del resto de accionistas y aficionados porque el club tiene que hacer frente a unos grandes desembolsos cada mes. Y finalmente, se aprobaron las dimisiones de los consejeros Bradely Cook y Eduardo de Domingo, así como el cese de Manolo García (ahora en el Olímpic de Xàtiva), y el nombramiento de dos nuevos consejeros: Juan Carlos de Celis y Lino Sanchis.