Diana Rubio. Politóloga experta en comunicación política, protocolo y eventos.
Estamos asistiendo estas últimas semanas de 2014 a las intervenciones de determinados políticos en programas de televisión en los que con anterioridad hubiese sido inviable poder verlos y o escucharlos. Esas intervenciones tienen un objetivo principal que se descubre al principio de las entrevistas que se les realiza, y que nos da la clave de cómo ex cargos públicos a nivel nacional pueden volver a ocupar espacio en los medios; la presentación de libros de memorias.
Este años se han animado Aznar, Zapatero y el ministro Solbes, siendo estos dos últimos los que más polémica han podido causar con sus declaraciones acerca de la crisis de la que obviaron hablar y de la que hablan en sus respectivos escritos; uno ilustrándose como un héroe al argumentar que tenía preparadas medidas para paliar la crisis presentadas en el gobierno y otro como villano al no escucharle y continuar hablando de brotes verdes.
Lo más grave de la situación es que nos recuerda al “papel couché” tintado de amarillo en cuanto a la repercusión de unos dimes y diretes que no vienen a cuento a día de hoy, donde se da via libre a la especulación y que requieren de platós televisivos para desmentir y defenderse de acusaciones de otros similares a ellos, en un momento en el que ya no tienen sentido, más que para conseguir ocupar titulares de portada y que eso repercuta positivamente en los ejemplares vendidos.
Otro aspecto que el publicar las memorias conlleva, es la presentación del libro. Por ser personalidades de la historia política reciente en España, siempre se suponen morbosas en cuanto a los asistentes a los mismos.
Si la presentación de Aznar se caracterizó por la no asistencia de representantes del gobierno actual, la de Zapatero lo hizo por estar arropado por grandes amigos y políticos socialistas a los que el mismo calificó así.
Estas situaciones hacen pensar a la opinión pública en dos direcciones, por un lado sobre el por qué de estas situaciones y por otro dando por hecho malas o buenas relaciones entre ellos, tensas para unos y gloriosas para otros.
En definitiva, la publicación de memorias está dando lugar a que la política y su legado se haga un poquito más rosa, en cuanto a las críticas surgidas entre sus actores principales, y la manera de responder a ellas, donde son los periódicos nacionales los que dan cabida a estos aspectos, cual revistas del corazón publican. Y es que las confrontaciones hasta en política venden, incluso en las tertulias que invaden la programación nocturna han debatido sobre los “rifirrafes” surgidos a raíz de la presentación de memorias.
Lo que está claro es que la publicación de éstos libros, nos muestran diferentes puntos de vista de la política española , desde los ojos de quienes redactan. Unas visiones de la política diferentes y con una perspectiva que complementarán la imagen de sus protagonistas, como víctimas, o como responsables.