Doménec Nàcher. Secretario técnico de Asaja Castellón.
Estaba convencido que con esto de suprimir cargos y fusionar Consejerías el sector agrario acabaría saliendo beneficiado y por fin se fusionarían la Consejería de Medio Ambiente con la de Agricultura, Pesca y Agua. Pero me equivoqué, la fusionaron con Presidencia y ahí sigue sin haber más cambios. Si me hubiese tenido que jugar mi propio dinero a buen seguro, que lo hubiera perdido.
Y es que puestos a hacer cábalas y buscar explicaciones razonables a esta fusión, el sector agrario, el pesquero y el del desarrollo rural deben tener alguna conexión que no alcanzo a ver con los asuntos de Presidencia… A lo visto mucho más, que con forestal, diversidad y entorno.
El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente debería ser el modelo a seguir. Y de hecho muchas de las Comunidades Autónomas mantienen sus departamentos en estas mismas áreas. Y no es casual, gran parte del desarrollo Rural se realiza en entornos donde el medio ambiente tiene un protagonismo especial, lo mismo que en el sector agrario. Nuestra ganadería extensiva pasta en extensas zonas consideradas como pastos arbustivos, gran parte de nuestras superficies agrarias tienen algún tipo de protección especial bajo la competencia de la Conselleria de Medi Ambient. Y qué decir tiene que la fauna cinegética y la fauna protegida, aquella que lleva de cabeza a ganaderos y agricultores entre daños en cultivos, ataques a nuestras reses y control de patologías infecciosas, son de la total competencia de una Conselleria que mira mucho que hacen los demás, pero es incapaz de mirarse en ombligo y gestionar como exige a los demás, en sus propias competencias.