José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
Salí perplejo y preocupado de la última reunión de la Comisión Permanente del Consejo Escolar de la Comunitat Valenciana, que para aquellos que no estén en esto de la educación, es el máximo órgano consultivo y representativo en nuestra comunidad; están todos los que de un modo u otro estamos implicados en la labor. El motivo de la reunión era el estudio del informe que cada año prepara y publica sobre el estado de la enseñanza de los años, 2010 a 2012, en la Comunitat Valenciana.
Las intervenciones que se produjeron versaron por parte de los representantes de los padres en torno a errores semánticos de la versión en Valenciano y que la baja participación de los padres en las elecciones a miembros de los consejos escolares se debía a las dificultades que el sistema actual supone en identificar a los candidatos como miembros de las AMPAS.
Los representantes de los sindicatos y maestros, además de exponer que no era un informe pues solo habían estadísticas, adujeron que no estaba reflejado el impacto que había producido el aumento del número de alumnos por aula y el recorte de salario de los profesores, y poco más.
Ninguno de los presentes quiso entrar en la vergonzosa profusión de datos que refleja el informe. No lo hizo inspección educativa, representante de la Administración, ni los representantes del profesorado, ni los representantes de los sindicatos, de las organizaciones privadas... nadie.
Me produjo un enorme pesar ver que todos pasamos de puntillas y aprisa sobre los datos tan evidentes como que los colegios públicos en educación infantil y primaria tienen entre cuatro y cinco alumnos menos por aula que los concertados, unos en torno a veinte y los segundos veinticinco.
Aquí no acaba todo ya que me volví a revelar ante el hecho de una Educación Primaria sin notas, con solo el ‘progresa adecuadamente’, con una promoción masiva de casi el 100% del alumnado, gestándose un fracaso escolar de tomo y lomo. Vean ustedes qué cosas. Resulta que 31 alumnos de cada 100 que han promocionado a Primero de la ESO no la acaban en la red pública, reduciéndose a la mitad 15, los que no la acaban en la red de centros concertados.
Me acabé de desmoronar cuando comprobé que de los casi 120.000 alumnos que empezaron la ESO sólo 19.000 aprobaron las pruebas de acceso a la Universidad.
Los países progresan, evolucionan, se modernizan cuando lo hace la inmensa mayoría de sus ciudadanos, y la educación es esencial para conseguirlo.
Depende de todos, padres, profesores y Administración cambiar esto, ya que si no lo hacemos en unos años ellos nos reprocharán haber mirado a otra parte y por omisión pensar: ‘¿A quién le importa?’