José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
Les pido disculpas, no era mi intención, de ninguna de las maneras quería aburrirles’ con un tercer artículo sobre educación, recortes y datos sobre las barbaridades que se están diciendo al respecto con total impunidad.
No quería insistir en el tema pues la pretensión que he tenido desde el primer día, atendiendo la amable invitación de este periódico, ha sido la de acercarme a ustedes. con temas serios y menos serios, con transcendencia o sin ella, intentando ser riguroso pero no ladrillo; lo siento de verdad, pero la rabiosa actualidad me obliga.
Todo ello debido a que el pasado día 18 la Consellería de Educación publicó lo que habitualmente se denomina arreglo escolar, en donde está la tan traída y llevada reducción de aulas, denominado técnicamente “catálogo de unidades, los puestos de trabajo docente, …”
Queda evidente y está dicho por trillonésima vez que hay menos niños de tres años para el próximo curso escolar y que esa tendencia la vamos a tener en los próximos años.
¿Lo han adivinado los gurúes de la Consellería? ¿han acudido a algún oráculo?, pues no, han hecho lo de toda la vida, es decir ver cuántos niños nacen cada año en la ciudad de Castellón, a lo que añaden variables de familias inmigrantes, la migración interior, el aumento del número de niños por aula, sobre todo en los concertados, y zas¡¡¡ el resultado es: hay exceso de aulas de tres años, no solo en Castellón, sino también en Alicante, donde ya suprimieron aulas el año pasado y en Valencia. No tenemos niños para llenarlas, salvo que queremos que haya ocho, siete, diez en cada una de ellas, cuando el mínimo establecido es de dieciséis.
No vale politizar o tergiversar las cosas, pues del mismo modo que cuando nacían más niños y se recibían cada año a cientos de familias inmigrantes con hijos en edad escolar se procedía a escolarizarlos, habilitando unidades nuevas y ahora que estamos sobredimensionados, se suprimen y cuando haya necesidad, se habilitarán.
Miren, aquí no se trata de ir en contra de nadie, ni de que no sean legítimas las protestas cuando desaparece el colegio de la esquina, si el de la esquina, por que como bien ha dicho el Sr. Sales, concejal de educación de Castellón no hay ningún alumno en nuestra ciudad que no va a tener en el “barrio” una escuela pública en la que ser escolarizado. Verdad, verdadera.
No vale mediatizar a los padres en función de los intereses de colectivos profesionales o lo que es peor decir que se va en contra de la escuela pública. ¿Es defender la escuela pública mantener unidades vacías o medio vacías? Es obvio que a menos aulas, menor coste salarial y más racionalización del gasto; harina de otro costal es saber si hay plazas reales en donde ubicar a los maestros-funcionarios de carrera por oposición.
Por cierto, no he entrado a valorar el número natural de líneas en valenciano y castellano, y que no me digan que son las que eligen los padres siempre, porque no me lo voy a creer…
