La recuperación de la economía en la provincia de Castellón, una vez superada la crisis generada por la pandemia, no debe hacer olvidar que en los primeros seis meses de este año se hayan destruido, por disolución, 229 sociedades mercantiles, que son un 20 por ciento más que en el mismo tramo de 2019, el año previo a la irrupción de la Covid-19. No obstante, las estadísticas del INE apuntan a una recuperación con la constitución de 621 sociedades mercantiles en los 6 primeros meses de 2021, un 11% más que hace 2 años
R. Pardo/Castellón Información
La recuperación de la economía en la provincia de Castellón, una vez superada la crisis generada por la pandemia, no debe hacer olvidar que en los primeros seis meses de este año se hayan destruido, por disolución, 229 sociedades mercantiles, que son un 20 por ciento más que en el mismo tramo de 2019, el año previo a la irrupción de la Covid-19. Entonces fueron 191 las firmas que se vieron obligadas a echar el cierre. Son los datos del último informe semestral de Instituto Nacional de Estadística (INE) que recoge la constitución de 621 empresas en este primer tramo de 2021, un 11% más que dos años antes.
Las estadísticas del INE reflejan que la pandemia ha tenido, y aún lo tiene, un impacto importante en el tejido socioeconómico castellonense. Son datos que revelan por un lado la destrucción de mercantiles al tiempo que en paralelo surgen nuevas firmas, lo que permite encarar el futuro con optimismo, aunque sin perder de vista que por el camino se han quedado muchos negocios y empresas, fundamentalmente las pequeñas, cuya gestión realizaban autónomos. Un paseo por la ciudad permite poner nombres a esas mercantiles que han echado la persiana, pese a las ayudas y opciones de ERTE que implementó la Administración central.
Ese dato negativo del cese de actividad de 229 sociedades mercantiles guarda similitudes con lo observado hace un año en este mismo semestre, tal como se desprende de la estadística del INE que alerta de un incremento de 3,5 por ciento del número de cierres. Pese a todo, esos mismos datos dibujan un futuro más despejado si se compara con la situación de 2019, una comparación interanual que permite detectar que por cada empresa que echa el cierre hay tres que abren, un dato más positivo si tenemos en cuenta que en los seis primeros meses del año pasado el equilibrio en creación y disolución de empresas era de 1 a 1.
Ese horizonte despejado que empiezan a esbozar las estadísticas numéricas del INE se ve en el grado de constitución de nuevas mercantiles, dado que las 621 registradas entre enero y junio de este año son 217 más que las que echaron a andar en un 2020 marcado por las restricciones para atajar la pandemia sanitaria. Ese año se crearon 404 firmas, por lo que la variación interanual positiva es de un 54% .
Además, el dato de creación de empresas también supone un avance respecto a las que se constituyeron en los primeros seis meses de 2019, cuando el INE registró 560 nuevas sociedades mercantiles, por lo que el incremento respecto a este año pre Covid alcanza el 11%.
Otro argumento para el optimismo lo aportan la tendencia a la creación de empresas en el resto de España, dado que según el INE, el registro de nuevas sociedades mercantiles se disparó un 41,8% en junio en relación con el mismo mes de 2020, llegando a las 9.554, la cifra más alta en un mes de junio desde 2007. El dato confirma la tendencia positiva de los últimos cinco meses en los que se ha encadenado la creación de empresas, en porcentajes del 3,1% en febrero, el 61,8% en marzo, un 300% en abril y un 152 por ciento en el pasado mayo.