Cada ciudadano produce una media de 1,2 kilos de basura al día y apenas separa para reciclar el 25%
El Sector 2 de la provincia de Castellón que engloba a los 42 municipios que más basura producen, entierra los residuos que no puede reciclar en las provincias de Ciudad Real, Teruel y Zaragoza. El coste económico ha sido de 13,5 millones de euros y el ecológico no tiene precio. Para el 2020 el presupuesto de Reciplasa asciende a 16,4 millones, de euros de los que,6,4 se van al enterramiento de los residuos en otras autonomías.
Esperanza Molina/ Castellón Información
Mientras medio planeta reclama medidas medio ambientales por el cambio climático, el tratamiento de la basura es uno de los elementos con los que conviven todos los ciudadanos y que más pasa desapercibido a la hora de salvaguardar el ecosistema.
Es uno de esos servicios que los ciudadanos pagan (a regañadientes) y olvidan. Producir basura es consustancial con el concepto de ‘calidad de vida’ o el ‘estado del bienestar’.
Las cosas, sin embargo, no ton tan sencillas. Diariamente cada ciudadano produce en torno a 1,2 kilos de basura, de la que el 75% va directamente a las plantas de tratamiento.
Cada uno de los procesos, relacionados con la basura, tiene sus normativas y sus competencias. España, como estado europeo, está obligada a cumplir con la legislación europea, cuyo objetivo está encaminado a: Reducir la basura que se genera; incrementar los sistemas de recogida selectiva de los materiales que pueden ser reutilizados y reciclados; optimizar los sistemas de tratamiento de los residuos, y generar el mínimo impacto ambiental. En la Comunitat Valenciana, corresponde a la Generalitat Valenciana hacer cumplir estas normativas.
Ahora bien, ¿cómo se llevan a cabo estas operaciones?
Separar para reciclar y reutilizar
La recogida de basura es competencia de los ayuntamientos. Estos deben articular los sistemas destinados a: proporcionar los contenedores diferenciados para separar los residuos en origen según la normativa: Amarillos para envases y plásticos, los destinados a los objetos de vidrio; los azules, de recogida de papel, y los verdes, para la basura en general. Aunque durante 2020 estarán obligados también a insertar un nuevo contenedor, el marrón, para depositar en él solo y únicamente los productos orgánicos.
Recogida de basura
Los ayuntamientos, también tienen la competencia de la recogida de basura. Eso significa, disponer de servicios adecuados para la retirada separada de los productos ya separados en origen, y de los productos del contenedor verde donde se acumula todo lo demás. En algunos casos, la recogida de la basura se articula por mancomunidades, y en otros, es la Diputación la que tiene cedido este servicio por parte de los Ayuntamientos más pequeños.
¿Dónde va la basura?
Los residuos, ya separados en origen, se trasladan a las plantas que tienen competencias autorizadas para su tratamiento y reciclaje. Apenas un 25% de toda la basura generada es separada en origen y enviada a estas plantas especializadas.
Los residuos del contenedor verde, donde se acumula ‘todo lo demás’ y también los residuos de quienes no reciclan en origen, van a las plantas de tratamiento.
Tratamiento de la basura
El tratamiento de basura en la provincia de Castellón está dividido por sectores. El Sector Norte, C1, en el norte de la provincia de Castellón; el Sector 2, C2, abarca todo el centro de la provincia; y el Sector 3, en el que se integra el sur de la provincia de Castellón y parte de la provincia de Valencia, es conocido como C3. En cada uno de ellos, un Consorcio se ocupa del tratamiento de los residuos.
Reciplasa: Reciclado de Residuos la Plana SA
De todos ellos, el Sector 2 es el que más residuos genera con diferencia, porque alberga a los municipios que cuentan con un mayor índice de población. La entidad que se ocupa de su tratamiento es Reciplasa.
Reciplasa, presta servicio a 42 municipios en los que se concentran más de 375.000 personas.
Esos municipios son: Almassora, Benicassim, Betxí, Borriol, Burriana, Castellón, L’Alcora, Onda, La Pobla Tornesa, Sant Joan de Moró, Vall d’Alba, Vilafamés, Vila-real, así como Alto Mijares (Arañuel, Castillo de Villamalefa, Cirat, Cortes de Arenoso, Lucena del Cid, Ludiente, Montán, Montanejos, Puebla de Arenoso, Villahermosa del Rio, Zucaina), Espadán-Mijares (Aín, Alcudia de Veo, Ribesalbes, Sueras, Tales, Argelita, Ayódar, Fanzara, Fuentes de Ayódar, Espadilla, Toga, Torralba del Pinar, Torrechiva, Vallat y Villamalur) y L’Alcalaten (Adzaneta del Maestrat, Les Useres, Figueroles, Costur, Vistabella del Maestrazgo, Benafigos, Xodos).
Según los datos recogidos por Reciplasa, en 2018 se trataron 160.395 toneladas de basura, y hasta el día de hoy, en 2019, ha tratado ya casi 121.000 toneladas de residuos. Los datos apuntan a que cada día llegan a la planta de tratamiento de Onda 439.000 kilos de desperdicios de los contenedores verdes, dicho de otra manera, en este sector 2, cada ciudadano produce más de 1,1 kg de basura cada día (contenedores verdes).
Reciplasa cuenta con dos plantas, una de transferencia, en Almazora, y otra de tratamiento en Onda.
Planta de transferencia de Almazora
Los municipios del sector 2, que más residuos generan porque son los que cuentan con una mayor población, y que además se encuentran en la línea de costa: Burriana, Vila-real, Castellón, Almazora y Benicàssim, remiten su basura a la Planta de Transferencia de Almazora.
Esta Planta de Transferencia es como una intermediaria que recoge la basura de estos municipios, la prensa, y las introduce en vehículos más grandes que son los que los trasladan hasta Onda. La ventaja de esta trasferencia es tanto económica como medioambiental.
Los camiones de recogida de basura deben ser de unas características adecuadas para que puedan circular por las calles de esos municipios. Eso condiciona tanto su tamaño como su peso máximo y su carga.
En un municipio como Castellón, con más de 175.000 habitantes, la empresa adjudicataria de la recogida de la basura debería disponer de una flota enorme, solo para esa recogida. Una flota que después, habría de circular hasta Onda. También podría utilizar menos vehículos, pero estos deberían hacer el trayecto a Onda, descargar y volver para continuar el servicio de recogida en varias ocasiones, con lo que se pierde tiempo y se gana en contaminación.
Con la Planta de Transferencia se dimensiona la flota de camiones de recogida. Estos pueden desplazarse fácilmente hasta Almazora, donde se pesa la carga que llevan y su procedencia, y luego descargan y pueden volver para completar el servicio. Y además, una vez compactada la basura, en Almazora, los vehículos que trasladan la carga hasta Onda, ya pueden ser de tamaño más grande para reducir el número de transporte y la contaminación.
Para optimizar el funcionamiento de la Planta de Transferencia de Almazora, recientemente se ha instalado hace unos meses un depósito controlado de aguas y vertidos procedentes de la basura, para su tratamiento y evitar así el vertido en el alcantarillado de la localidad, lo que producía problemas y malos olores.
Planta de Tratamiento de basura de Onda
Cuando los residuos llegan a la Planta de Onda, unos a través de la Planta de Transferencia, y otros desde el resto de los municipios, el primer paso consistirá en separar, en lo posible esa basura. Los orgánicos, que pasarán a compostaje para fabricar abono; los metales, los plásticos, los envases, el papel, el cartón o el vidrio, para poder aprovecharlos para reciclar o reconvertir.
El objetivo fundamental es reducir al máximo el producto que va al ‘rechazo’, lo que no resulta reutilizable o no se puede aprovechar para abonos, biocombustibles u otros usos. Porque lo que ya no sirve, solo tiene un destino: el vertedero. enterrar la basura para que no moleste.
Lo que no se separa en origen, se contamina
Una de la razón por la que se promueve separar en origen es porque no es lo mismo reciclar la basura separada desde el principio, que la derivada por separación en la planta de tratamiento. La primera puede ser reutilizable de una forma óptima. La segunda, se contamina en todo el proceso de recogida, y su aprovechamiento es limitado y a veces, imposible.
Los vertederos
Y aquí llega otro problema. Nadie quiere la basura al lado de casa, aún cuando ahora los vertederos también han cambiado mucho.
En lo que concierne al Sector 2 de la provincia de Castellón, el problema está resuelto, pero solo a medias y con un alto coste económico y medioambiental.
El primitivo vertedero, creado junto a la Planta de Tratamiento de Basura de Onda, se colmató en el año 2014. Desde entonces se han buscado todo tipo de alternativas, como el vertedero de Tales, que tampoco se utiliza ya.
La basura del centro de la provincia de Castellón se entierra en Ciudad Real, Teruel y Zaragoza
En 2016 Reciplasa sacó a concurso el transporte y eliminación de esta basura de rechazo. Fue un contrato con un presupuesto inicial global cercano a los 6.338.015 euros, distribuido en cuatro lotes, que se adjudicó, por un lado, a Magma Tratamientos SLU (lotes 1 y 2) y por otro a la UTE Transportes y eliminación RSU. El canon final de adjudicación fue de 6.189.134 euros.
Son estas las empresas que se hacen cargo de toda la basura de rechazo que transportan y entierran en vertederos de Ciudad Real, Teruel y Zaragoza.
Durante los últimos años, Castellón ha pagado 13,5 millones de euros por este servicio, que tiene un coste económico elevado, pero también medioambiental, porque esos camiones deben recorrer cientos de kilómetros para enterrar la basura de Castellón.
El presupuesto de Reciplasa para el 2020 ascenderá a 16,4 millones de euros, de los que la parte del traslado y eliminación de basura en otras comunidades autónomas se llevará 6,4 millones de euros. El coste económico deberá ser sufragado por los 42 ayuntamientos del sector 2, pero el coste ecológico volverá a ser enorme.
¿Qué va a pasar ahora?
Mantener una producción de basura como se ha hecho hasta ahora, será inasumible a corto y medio plazo, y las consecuencias indicen también en el medio ambiente, y en el cambio climático.
Por todo ello, el objetivo, tanto desde la Unión Europea como de las entidades más cercanas al ciudadano, pasa por Reducir, Reciclar y Reutilizar.
A corto plazo, la provincia de Castellón deberá de asumir la normativa europea, que obligará a separar los productos orgánicos en origen, para depositarlos en el contenedor marrón. Esto permitirá reducir el tratamiento de esa basura y poder convertirla en compost sin que llegue a los vertederos.
Pero, además, se podrán en marcha otra serie de medidas. Por una parte, se quiere instar a las empresas a que reduzcan sus embalajes y envoltorios, para minorar la producción de residuos y su tratamiento.
Por otra, se trata de instar a los ciudadanos, mediante medidas de concienciación, para que también reduzcan el consumo de estos productos y, en su caso, para que lo depositen por separado en los contenedores que habilitan para ello. Se trata de consumir menos productos tóxicos o reutilizarlos. De separar la basura para poder reducir también ‘el rechazo’ que acaba en los vertederos.
Y finalmente, de incidir sobre estos vertederos para que sean más eco sostenibles y menos molestos. Reciclar más disminuirá el rechazo y optimizará los vertederos.
Entre las iniciativas que se quieren activar están: La inversión para optimizar la Planta de Tratamiento de Onda. La creación de un vertedero en el término municipal de Onda. Pero también, la creación de una red de ecoparques sostenibles, y finalmente, controlar cómo tiran la basura los vecinos y potenciar el uso de los contenedores diferenciados para separar en origen.
Esto pasa por campañas de concienciación, pero ojo, también por un sistema de penalización que posiblemente no vaya a tardar tanto en llegar.