Juan Francisco Roca. Periodista deportivo.
Pues adiós muy buenas. El Castellón no jugará en Segunda B la próxima temporada. Lo hará otra vez en Tercera, que en realidad es la cuarta categoría del fútbol español. Fallamos todos y yo el primero. Incompresible lo hecho por este equipo en la fase de ascenso. Incomprensibles las decisiones adoptadas por el presidente David Cruz en el precio de las entradas. Incomprensibles las declaraciones del entrenador Ramón María Caderé después de cada partido. Los dicho tras la debacle en el campo del Haro fue la repera. Indignas de un entrenador que se lleve bien con su plantilla. Luego pidió perdón porque metió la pata hasta el corvejón.
Y aquí estamos. Mustios. Tristes. Desencantados. Haciendo de tripas corazón. Yo preocupado. En primera posición de guardia, más que nada por lo que se avecina. A nivel deportivo dudas. A nivel económico, asustado. En lo deportivo acabaremos pronto porque está todo en el aire. No se sabe si Ramón María Calderé continuará en su cargo, con la plantilla que perderá más del sesenta por ciento de los actuales jugadores, y una afición digna de Segunda División A. Fuero 13.500 a ver el Castellón-Linares, y 11.500 al Castellón Haro Deportivo. De diez. Y ahora viene lo peor.
Lo peor porque el futuro del Castellón se debatirá en los próximos meses tanto en el terreno de juego como fuera de el. Y fuera de el porque la situación económica se le puede atragantar al equipo que preside David Cruz. Y es que en pocos días tendrá que pagar 140.000 euros del primer plazo de la deuda contraída con Hacienda. Teóricamente se hará efectivo con la taquilla que se hizo en el partido contra el Linares.
La cosa no quedará ahí. A partir de septiembre se empezarán a pagar las 72 cuotas mensuales hasta completar 1,2 millones de euros que se deben a la Agencia Tributaria. Y a partir de 2016 pagar 100.000 euros más a Hacienda. Y a partir de los siguientes, esa cifra anual será de 232.000 euros. La cosa no quedará ahí, porque con la llegada del 2018 se unirá un desembolso de 170.000 euros, primer pago por temporada que tendrá que abonar a los acreedores. Muchos gastos. Muchas deudas, y con lo que no contará el Castellón para la campaña 2015-16 es con otros 660.000 euros por el patrocinio de Aerocas.
Dura será la batalla fuera de los terrenos de juego. Tantos pagos a los que tiene que hacer frente el club que hacen tambalear al club de la capital de la Plana. Eso en el apartado económico, muy importante. El otro es el deportivo. ¿Qué equipo tendrá el Castellón 2015-16? ¿Seguirá Ramón Calderé en el banquillo? ¿Habrá desbandada en la plantilla? Son muchos los jugadores, entre ellos los pesos pesados, los que no seguirán. Entre hoy y mañana se empezarán a conocer los primeros futbolistas que abandonarán la nave.
Espero que este golpe tan duro no mine la ilusión de la afición. De esos chavales muy jóvenes que en los últimos años (cuatro) están comiendo pan duro con su equipo jugando en Tercera División. Espero que tengan paciencia. Si el Castellón, acosado por las deudas, no se va a freír espárragos, confío en que en un futuro no muy lejano le verán jugar en Segunda B y en Segunda A. Es lo que quiero, deseo y espero. Así es que hoy más que nunca PPO.