Tras la intervención, el paciente, un varón de 84 años, sólo permaneció 24 horas en la Unidad de Cuidados Intensivos y fue dado de alta a los 3 días.
El Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital General de Castelló, dirigido por Salvador Martínez Meléndez ha realizado por primera vez una reparación de un aneurisma de aorta torácica, mediante técnicas mínimamente invasivas, utilizando una endoprotesis.
Habitualmente, el tratamiento urgente de esta enfermedad consistía en abrir quirúrgicamente la pared del tórax y tras acceder al aneurisma sustituir la pared arterial enferma por una prótesis quirúrgica, lógicamente mediante anestesia general.
Esta intervención poseía una elevada tasa de mortalidad y complicaciones, teniendo en cuenta que los pacientes que la sufren superan en la mayoría de ocasiones los 70 años y sufrían diversas patologías asociadas.
Las técnicas llevadas a cabo por el Servicio de Angiología del General de Castellón, sin embargo, sólo han necesitado de una incisión quirúrgica en una ingle y una punción de la arteria en la otra ingle, métodos mínimamente invasivos.
A través de ellos, se procedió a colocar una la prótesis en el punto donde se encontraba el aneurisma por dentro de la arteria, utilizando la técnica del cateterismo, y con anestesia local.
Este procedimiento se denomina técnicamente exclusión endovascular del aneurisma y conlleva menos complicaciones y mortalidad que las anteriores técnicas. Permite así aumentar la supervivencia y mejorar el pronóstico de una patología con una alta mortalidad.
Este procedimiento es el que se ha efectuado por primera vez y exitosamente en el Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital General de Castelló.
La complicación del aneurisma
Un aneurisma es una dilatación permanente y localizada de una arteria cuando alcanza 1,5 veces su tamaño habitual, en este caso en la arteria aorta, que es la arteria principal del organismo, tras su salida del corazón, llamada a ese nivel aorta torácica. En esta zona se considera aneurisma cuando la aorta supera los 3,5 centímetros de diámetro.
La principal complicación de esta enfermedad es la rotura del aneurisma, con la consiguiente pérdida sanguínea masiva y un rápido deterioro de las funciones vitales del paciente.
Afortunadamente, no es una complicación muy frecuente, ya que aparecen entre 6 y 10 casos cada 100.000 habitantes por año, pero sí cuenta con una mortalidad muy elevada, más de un 70%, en aquellos pacientes que llegan al hospital.
