Se llama Iker Zárate. Tiene muy buena planta. Es el último refuerzo que ha anunciado el Castellón. Delantero que llega con la obligación de marcar goles (muchos), que no la única. Y es que para evitar encajar goles y marcarlos es indispensable el trabajo y esfuerzo de todos. Tiene 28 años recién cumplidos y tiene fama de buen rematador. Por delante tiene toda la pretemporada para confirmar el esfuerzo que ha realizado la entidad en hacerse con sus servicios.
F. F.
Se llama Iker Zárate. Tiene muy buena planta. Es el último refuerzo que ha anunciado el Castellón. Delantero que llega con la obligación de marcar goles (muchos), que no la única. Y es que para evitar encajar goles y marcarlos es indispensable el trabajo y esfuerzo de todos. Tiene 28 años recién cumplidos y tiene fama de buen rematador. Por delante tiene toda la pretemporada para confirmar el esfuerzo que ha realizado la entidad en hacerse con sus servicios.
El miércoles quedó "maravillado" con el recibimiento del equipo en Castalia. "Ha sido impresionante. Allí en el norte esto no se estila. Petardos, botes de humo, mucha gente, cánticos,... espectacular. Es atípico y motiva a cualquiera. A nos nosotros este recibimiento nos tiene que motivar". Dijo llegar con "humildad e ilusión" y recordó cómo fue su fichaje: "Me llamó Ramón Moya y rápidamente contacté con mi representante para decirle que el Castellón tenía toda mi prioridad. Y aquí estoy".
Su nombre completo es Iker Zárate Pereda (Sestao, 12 de julio de 1986), y se formó en las categorías inferiores del Romo y del Indartsu, para después ir recalando en equipos como el Santurzi, Zalla, Portugalete, Zamudio, de nuevo Portugalete, Gernica y esta última temporada defendió la elástica del Balmaseda. En la primera etapa en el Portugalete coincidió con el actual portero francés del Castellón, Álex Ruiz.
Tiene una buena edad para hacer grandes cosas en un club que intenta salir a flote. "Entre todos lo reflotaremos. Lo devolveremos donde realmente se merece, que es en divisiones mucho más altas", e incluso habló de "un objetivo que tenemos es clasificarnos para disputar la fase de ascenso. Luego ya veremos". Pues Zárate, como quiere que le llamen, aterriza en la capital de la Plana con ganas de tirar del carro.