El tripartito admite que algunos de los objetivos que se marcaron en materia de impuestos son irrealizables por ley
El Ayuntamiento de Castellón ha rechazado con los votos de PSOE, Compromís y Castelló en Moviment, la alegación presentada por la Federació d'Associacions Ciutadanes, Consumidors i Usuaris de Castelló contra las ordenanzas fiscales, que conforman los ingresos por tasas e impuestos. El pleno extraordinario se ha convertido en un nuevo debate sobre la fiscalidad municipal. El bipartito no ha sabido explicar por qué se rechazaba la alegación, aunque ha reconocido, que muchos de los puntos que se perseguían con esta fiscalidad, son irrealizables por ley.
Esperanza Molina /Castellón Información
El Ayuntamiento de Castellón ha celebrado hoy un pleno extraordinario para poder aprobar de forma definitiva las ordenanzas fiscales, que configuran los impuestos y tasas que deberán pagar los ciudadanos en el 2017.
Era un pleno ‘a contra pie’ pero inevitable, porque no solo estaban en juego las ordenanzas fiscales, sino también todo el presupuesto municipal aprobado el pasado día 23. Sin ingresos no hay gastos y las ordenanzas fiscales suponen el 80% de los ingresos a través de los impuestos y tasas de los ciudadanos…
Y es que, contra todo pronóstico de lo previsto por el bipartito cuando convocó el pleno de presupuestos para el 23 de diciembre, un día antes, a media hora de que se cumpliera el plazo de la exposición pública de las ordenanzas (22 de diciembre), la Federació d'Associacions Ciutadanes, Consumidors i Usuaris de Castelló, pasó por registro una alegación en contra de la propuesta municipal. Antes se habían presentado otras... aunque según el concejal de Hacienda se trataba solo de peticiones… de las que tampoco fue informada la oposición municipal.
Así las cosas, el pleno de presupuestos podría haberse pospuesto para después de Navidad… pero las Ordenanzas Fiscales debían resolverse antes de que finalizara el año.
Según la alcaldesa, consultada la Junta de Portavoces, se decidió mantener el pleno de presupuestos para el pasado 23 de diciembre, que se saldó con la aprobación, con los votos del tripartito de las previsiones económicas del Equipo de Gobierno. Pero el documento se quedaba cojo y podía quedarse en papel mojado si no se resolvía, antes del 31 de diciembre, la cuestión de los impuestos y las tasas.
Por tanto, no cabía ninguna duda de que la alegación sería rechazada por el tripartito, pero para ello, debía ser revisada, estudiada, y contar con un informe técnico que justificara su desestimación.
Si bien la secretaria municipal leyó por encima el informe técnico, los miembros del tripartito no supieron explicar en sus intervenciones por qué no la tomaban en cuenta. ¿Que era legal hacerlo cuando había un informe técnico que lo amparaba?, a nadie le cabía ninguna duda.
Pero aparte del dictamen, el rechazo resultaba difícil de digerir tanto por los partidos de Gobierno como por los de la oposición. ¿Cómo ponerse en contra, a cara descubierta, de una alegación de la Federació d'Associacions Ciutadanes, Consumidors i Usuaris de Castelló, que lleva detrás a sindicatos y asociaciones de vecinos?
De ahí, que el debate sobre la alegación se tradujera en una serie de intervenciones a favor y en contra de la fiscalidad municipal, por mucho que la alcaldesa, con el privilegio que le daba su cargo, interviniera una y otra vez para cortar el debate o intentar redirigirlo cuando no le interesaba.
Y es que, volvieron a ponerse sobre la mesa la idoneidad de los criterios municipales del equipo de Gobierno, que lejos de reducir los impuestos, van a incrementar la presión fiscal sobre los vecinos.
En su defensa, Iñaki vallejo de Castelló en Moviment, llegó a indicar que lo que se quería lograr con los nuevos criterios fiscales no se habían podido llevar a término por las leyes supramunicipales que el Ayuntamiento no puede incumplir. O que el concejal de Hacienda, de una forma bastante torpe, quisiera hablar de transparencia y del objetivo de favorecer a las familias menos pudientes.
Porque a la hora de la verdad, y como indicó Vicente Vidal… el 60% de los ciudadanos de Castellón van a ver incrementados los impuestos… “¿Quiere decirme usted que el 60% de los ciudadanos de Castellón son ricos?”, preguntó el portavoz de Ciudadanos.
Tampoco aclaraba mucho el rechazo a la alegación, el hecho de que los miembros del tripartito se comprometieran a atender parte de las propuestas en las comisiones que se convocaran para discutir la fiscalidad municipal del 2018.
Lo cierto es que tanto Ciudadanos como el PP, acusaron al equipo de gobierno de utilizar ‘el rodillo’ de su mayoría por encima de las necesidades de los ciudadanos, “para inflar un presupuesto”, dijo el PP, que podía haber sido más modesto en beneficio de la difícil situación que todavía atraviesan muchos castellonenses.
Por más que lo intentó, la alcaldesa no pudo evitar que los miembros de la oposición, Partido Popular y Ciudadanos, volvieran a la carga sobre la subida de impuestos, que calificaron de ‘abuso’ de poder. Dentro de esta discusión, volvieron a salir a la luz, los incrementos aplicados a las empresas, a los inmuebles no residenciales, al Puerto, que son los generadores de riqueza, y a los que, precisamente por eso, en lugar de apoyarlos, se promueve su castigo. La tasa de basura, que apenas se reducirá para algunos, mientras los demás, tendrán que pagar más de lo que les cuesta ahora… E incluso, la injusticia de algunos profesionales libres, que tendrán que pagar por un servicio que no reciben, porque están obligados a contratar a empresas de destrucción de datos, y no generan otro tipo de residuos.
Las intervenciones de la alcaldesa para variar el debate llegaron a tal punto… que Vicente Vidal, con mucha ironía, llegó a preguntarle a la alcaldesa: “¿Me permite hablar de la ordenanza de basuras?”.
Fue peor aun cuando, Amparo Marco cortó reiteradamente las intervenciones del PP, porque “el tema de este pleno no es el que usted refiere”, visiblemente airada, sobre todo cuando los populares acusaron al equipo de Gobierno de las ausencias de su portavoz del PSOE y de la portavoz del Gobierno, que no estaban presentes.
Y más nefasto, cuando la alcaldesa, que recortó en lo que pudo a los populares, terminados los turnos de intervención, les echó en cara sus acusaciones sobre la falta de transparencia…
Aquí, el portavoz adjunto del Grupo Municipal Popular perdió los nervios. Todo el grupo intentó protestar, pero Macián fue más lejos y algo más soez. A la alcaldesa le vino de perlas: “¡Retireló!”, le dijo una y otra vez a Macián.
El último pleno del año acabó como 'el rosario de la aurora', aunque con los presupuestos más sólidos que una semana antes, al haber consolidado las ordenanzas fiscales en esta sesión extraordinaria.
Por cierto, y por aquello de la memoria histórica… a los vecinos no les faltaba razón en su alegación cuando indicaron que pagaban varias veces la tasa de basuras, y solicitaron que se incluyera dentro del IBI…
En el año 1990, tras la revisión estatal del catastro de Castellón, el Gobierno de aquel entonces, vista la subida que iba a suponer la valoración oficial de los inmuebles en el bolsillo de los ciudadanos, optó por incluir la tasa de basura dentro del recibo del IBI… y aún más, intentó compensar a la opinión pública instaurando la gratuidad del transporte público…
En el discurso dirigido a los ciudadanos, se les vendió, que la tasa de basuras no era desgravable, pero el Impuesto del IBI si, por lo tanto, resultaría positivo convertir la tasa en impuesto…
¡Lástima que después!, con los siguientes gobiernos, el transporte gratuito se fura al garete porque no se podía mantener, y ‘donde dije digo digo Diego¡’, se volvió a crear la tasa de basura…
Y que ahora el concejal e Hacienda, indique que una cosa y la otra, no se pueden mezclar en un solo impuesto, porque… una cosa son las tasas y otra los impuestos.
Como ha indicado Vicente Vidal: “No me valen las escusas de nosotros más o el PP ya lo hizo y lo hizo peor. Este no es el discurso y mucho menos la explicación”.
