La familia de Soler ha descubierto la placa con el nombre de una de las personas que más hizo por la cultura y tradiciones en la ciudad de Castellón, ante la presencia de la alcaldesa, Begoña Carrasco
Castellón ha rendido hoy homenaje al histórico Miquel Soler al inaugurar la plaza que lleva su nombre. El acto, fruto de un acuerdo municipal que ha hecho efectivo el gobierno de Begoña Carrasco, ha contado con la presencia de la alcaldesa, junto al teniente de alcalde del distrito Oeste, Vicent Sales, y otros concejales del gobierno; su viuda, Lolín, su hija Clara y otros familiares y miembros de la asociación Coasveca con su presidente al frente, Pedro Bermúdez.
“Hoy es un día muy especial para todos aquellos que tuvimos la suerte de conocer a Miquel Soler Barberá, sin importar si fueron compañeros de corporación, del partido por el que fue concejal, de la rondalla Els Llauradors, del món de la festa, del carrer Sant Blai, del CD Castellón y de tantos y tantos pilares que sostienen esta ciudad. Él fue un pilar de esta comunidad”, ha expresado la alcaldesa en el acto de inauguración del monolito.
La primera edil ha declarado que “cumplimos con un compromiso electoral que no es otro que materializar el acuerdo municipal del año 2014, con el entonces alcalde Alfonso Bataller y todos los portavoces de la corporación en aquel momento (PP, PSOE, Bloc e IU) para dedicarle una plaza a una persona muy querida por su estrecha vinculación con numerosas entidades sociales, por impulsar las tradiciones, la música y la cultura popular, también les ‘festes de carrer’, tanto desde su faceta de concejal y también como integrante de Els Llauradors”.
En este sentido, Carrasco recuerda que “tras el fallecimiento de Miquel Soler, todos los grupos políticos representados en el consistorio dieron su apoyo para dedicar una calle en recuerdo del exedil de Urbanismo, Infraestructuras y Ermita”.
El acuerdo de dedicarle un espacio público a Miquel Soler se ratificó el 12 de diciembre de 2023 en la Junta de Distrito Oeste donde se propuso que la plaza Lagunas de Ruidera, en la que se ubica la sede, pase a llevar el nombre del popular castellonense por su trayectoria política, por ser uno de los promotores del grupo de música tradicional Els Llauradors e impulsor del desarrollo de la zona oeste de la ciudad.
El legado de Miquel Soler
Begoña Carrasco ha resaltado la figura del que ha sido “uno de los hijos más queridos de nuestra ciudad, único e inimitable a la hora de poner en valor y recuperar las tradiciones y costumbres de su tierra, además de por su papel como servidor público durante 11 años”.
“Su partida dejó una huella en todos nosotros. Hoy, 10 años después lo seguimos recordando y a partir de ahora lo recordarán las futuras generaciones que transiten por este emblemática plaza que llevará el nombre de una de las pocas figuras en la historia de esta ciudad que aúna el respeto de siglas, ideologías, entidades o estamentos diferentes”, ha destacado la primera edil.
Trayectoria
Miquel Soler Barberá nació en el Raval de Sant Félix el 8 de marzo de 1945, y falleció el 1 de mayo de 2014, cuando empezaban las fiestas en honor a la Mare de Déu de Lledó. Fue al colegio de las Aulas, Obispo Climent y Herrero; estudió el bachillerato en el Instituto Ribalta e hizo el Peritaje Mercantil por libre.
Obtuvo el galardón de Senyera de Jaume I en 1994, por su esfuerzo en pro de la Normalización Lingüística. Fue elegido por unanimidad en 1970 como presidente provincial de la Unión de Trabajadores y Técnicos del Metal. Fue vocal nacional del Sindicato del Metal y vicepresidente de la Mutualidad de Comercio. Asimismo, fue nombrado consejero provincial del Instituto Nacional de Previsión. Fue también asesor cultural de varias Cajas Rurales de la provincia.
En lo referente a las fiestas de la Magdalena, fue Pregoner en 13 ocasiones y varias veces miembro activo de la Junta de Fiestas de la Magdalena y secretario de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta. En 1970 fue uno de los promotores de la Serenata a la Mare de Déu, en años en los que también formó parte de varias comisiones de sectores magdaleneros.
En la década de 1970 se incorporó a la rondalla Els Llauradors, pocos años después de su fundación. Asimismo, perteneció, entre otras, a la compañía de teatro Fadrell, y fue miembro de la colla Pixaví y de los ermitaños de Sant Roc de Canet, y uno de los promotores de las fiestas de Sant Blai.
En lo deportivo, ocupó el cargo de administrador general de los Campos Federativos de Castellón y secretario del Comité de Competiciones de la Federación Valenciana de Fútbol, y fue presidente de la Asociación de Veteranos del C. D. Castellón.
En lo político, desempeñó las concejalías de Tráfico y Sanidad Pública, de Movilidad, de Servicios Urbanos y de Ermitas. El Bicicas se implantó cuando fue concejal de Movilidad, y destacó por ser el impulsor del desarrollo de la zona Oeste de la ciudad siendo Teniente de Alcalde.