Castell de Cabres, Villamalur y Torralba son la punta del iceberg del desierto demográfico que amenaza al interior provincial
Ramón Pardo/Castellón Información
En tres municipios de la provincia de Castellón no se ha registrado ningún nacimiento en lo que va de siglo. Castell de Cabres, en el Baix Maestrat, y Villamalur y Torralba del Pinar en el Alto Mijares, reflejo de desierto poblacional que afecta al interior de Castellón y que amenaza a otras localidades de la comarca del Alto Mijares que apenas registran nacimientos, según los datos del INE al cierre de 2021. La falta de incentivos fomenta el éxodo hacia el litoral, donde se concentra la industria y las ofertas de trabajo en el sector servicios.
Si las localidades citadas, todas por debajo de los 100 vecinos, son el punto cero del despoblamiento del interior castellonense la amenaza pende sobre otros municipios tanto del Alto Mijares como del Alto Palancia o de Els Ports. Y es que localidades de esta última comarca, como Villores o Vallibona sólo han registrado dos nuevos niños cada una, lo que da un saldo vegetativo negativo de -8 y -9, respectivamente.
Sin embargo, son las poblaciones del Alto Palancia y el Alto Mijares, especialmente esta última, las que ven su futuro más amenazado. Así, municipios como Castillo de Villamalefa, Villanueva de Viver, Argelita, Fuente la Reina o Vallat sólo han registrado tres nacimientos entre 2001 y 2021. Dos décadas sin apenas movimientos vegetativos. Situación que también se da en el Alto Palancia, donde poblaciones como Sacañet o Higueras tan sólo han podido inscribir en el Registro poblacional a 3 y 2 niños en estos veinte años.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) no invitan al optimismo y dejan abiertas las puertas a la inclusión de nuevos municipios castellonenses en el listado de poblaciones en riesgo. Así, el municipio de Herbers, en la comarca de Els Ports, que ha visto casi reducirse a la mitad el censo poblacional entre 2001 y 2021, al pasar de 153 vecinos a los 53 actuales. Y la tendencia, con tan sólo cuatro nacimientos registrados desde el arranque del siglo XXI, no permite atisbar cambios. A este problema de descenso de la población que vacía el interior le buscan soluciones las administraciones autonómica y provincial, con fórmulas que promueven el emprendimiento y la creación de cooperativas, entre otras acciones.
Así, la Generalitat invertirá este año 8,4 millones de euros a través de la Agenda Valenciana Antidespoblament (Avant). Ello supone un aumento de 1,8 millones de euros respecto al de 2021, un 26,6 % más. A juicio de la responsable de Avant, Jeannett Segarra, el presupuesto de 2022 permitirá que el Fondo de Cooperación Municipal para la lucha contra la despoblación, “que es una herramienta fundamental para nuestros pueblos”, se haya incrementado un 33% desde 2020 y tenga este año una dotación de 4 millones de euros que “irán a las arcas municipales para que puedan destinarlo a lo que cada ayuntamiento considere necesario, ya que es una asignación no finalista”.
Cabe recordar que la sede de la Agenda Valenciana Antidespoblament está en Castellón, en la delegación del Consell de la Casa dels Caragols.
