Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Es el mejor medio para ‘cosechar tempestades’.
Y lamentablemente en ese incomprensible arte, se ha especializado el PSOE que incapaz de ofrecer ideas positivas y constructivas para el mejor funcionamiento del Estado, desde la oposición, busca siempre el modo de desprestigiar al Gobierno, haga lo que haga y por las razones que sean.
En el caso que me ocupa es en lo referente al problema de la INMIGRACION.
Lleva hostigando tanto al ejecutivo como a la Guardia Civil desde que el seis de Febrero, hubo un incidente en Ceuta, en el que murieron ahogados varios inmigrantes subsaharianos cuando intentaron entrar nadando en las playas de Ceuta, y la Guardia Civil cumpliendo con el mismo protocolo que existía y se llevaba a cabo durante los Gobiernos de Zapatero y Rubalcaba, utilizó las bolas de goma como elementos disuasorios, para evitar su entrada en aguas españolas, disparando al agua.
Incluso llegaron a acusar de haberlas disparado directamente contra los cuerpos de los inmigrantes, y de ser esa la causa de sus muertes, cuando quedo evidente en las autopsias de sus cuerpos, que ni una sola de ellas había impactado en los cuerpos de las víctimas.
Durante los Gobiernos socialistas (según he leído en algún medio) se pusieron sobre las vallas separadoras, las concertinas con efectos disuasorios para los que trataban de saltarlas, elementos cortantes que hacían prácticamente imposible el poder apoyarse en ellas para superarlas sin riesgo evidente de cortarse y tener heridas importantes.
Ahora, los mismos que las pusieron piden a voz en grito que se quiten.
Y como consecuencia de todas esas actitudes, han conseguido que tanto las fuerzas del orden, como los mismos responsables políticos, actúen con pies de plomo y relajen todos los controles, con lo que en apenas 3 días el centro de recepción de inmigrantes de Melilla (el CETI) con capacidad para 480 personas en transito, se encuentre abarrotado por la llegada de mas de mil recién llegados, que elevan a unas 1.800 las personas acogidas y atendidas en el mismo, en espera de destino.
Se han tenido que improvisar tiendas de campaña y servicios varios entre la Cruz Roja y el Ejercito para poder atender todas las exigencias del momento.
Se han expresado de una manera muy furibunda en contra de los que se suelen llamar “devoluciones en caliente”, es decir en remitir a sus países de procedencia o en tránsito a los que llegan ilegalmente.
Y entre unas cosas y otras, hemos podido observar en los telediarios, como unas quinientas personas pasaron corriendo y en desbandada sin que fuera posible contenerles, en la noche del 17 al 18 de Marzo, al no poder usar los elementos disuasorios que estaban previstos en los protocolos.
Y ese mismo fenómeno en menor escala ya se llevaba produciendo en los días previos, con incrementos progresivos de inmigrantes cada día, en busca de su entrada en una Europa que ellos consideran su tierra prometida.
Ante la evidencia de los hechos, el Gobierno ha desplazado a las dos plazas de soberanía del Norte de África unos cuantos cientos más de números de la Guardia Civil o de Antidisturbios, pero vista la avalancha de miles de personas que van a seguir llegando ante las facilidades actuales, no creo que esa vaya a ser la solución, a no ser que se arbitren medidas disuasorias más importantes.
En mi opinión nunca debió ser utilizada la demagogia en este problema, como arma política, y mucho menos por quienes gobernaron hace cuatro días y utilizaron los mismos protocolos actuales, e incluso pusieron nuevas técnicas en la protección de las vallas que nos separaban de Marruecos, poniendo en peligro las vidas de quienes quisieran superar las concertinas, que ahora quieren quitar.
Parece que les estén haciendo el juego sucio a las mafias que trafican con inmigrantes, tratando de ponerles palos a las ruedas del engranaje de la protección de las fronteras no solo españolas, sino europeas, con el Magreb.
Se han olvidado de sus responsabilidades anteriores, en busca del voto perdido, y ellos mismos acabaran perdiendo mucho mas de los creen, ya que la gente no se fía de ellos.
Y además sus constantes actitudes de descrédito contra el Gobierno actual, he hecho que algunas responsables de este tema de la Unión Europea, tomen partido también, sin querer aceptar que es un tema que debe de ocupar y preocupar a todas las naciones que formamos parte de dicho grupo, ya que los problemas derivados de tanta inmigración ilegal nos conciernen a todos, y entre todos tenemos que abordar el problema y las soluciones.
Europa limita al sur con todos los países del Magreb y de la vertiente sur del Mediterráneo, y por tanto el problema no es exclusivo de España, Italia o Grecia, sino de toda la Europa Unida, por lo que las medidas y protocolos necesarios deben de arbitrarse en Bruselas o Estrasburgo, para evitar que se haga política barriobajera entre los partidos políticos que hacen de parapetos, ante la avalancha de personas desesperadas, que sueñan con un mundo mucho mejor, y no dudan en jugarse la vida.
Y por eso han convertido al Mar Mediterráneo, en el mayor cementerio del mundo, con un número indeterminado de víctimas de ese sueño, que han perdido su vida en el intento de cruzarlo.
Si no se toman medidas urgentemente, seguirá llenándose de cadáveres el mar, y la mafia de traficantes de inmigrantes seguirá frotándose las manos, mientras a este lado de la costa seguimos discutiendo ‘si son galgos o son podencos’, sin darnos cuenta de que el problema, no se puede solucionar así.
O se lleva a cabo un Pacto de Estado en el tema de la Inmigración, o acabaran fracasando tanto populares como socialistas, y en Europa seguirán ignorándonos.