José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
No se si les ocurre a ustedes pero no conozco a nadie, particularmente conductores que hable bien de un AMU, si, si de esos señores y señoras que vestidos con un uniforme que quiere ‘asemejarlos’ con los Policías Locales se dedican a dar vueltas por la zona centro de nuestras ciudades con el teórico y bienintencionado cometido de favorecer la movilidad urbana, de ahí su nombre (Agente de la Movilidad Urbana).
Lo curioso del caso es que da igual que nos refiramos a este colectivo en las ciudades de nuestra provincia que los tienen como en Cuenca, Madrid o incluso Sevilla, en todas partes se habla igual de mal de ellos.
No les quiero contar la guasa y sorna de los oriundos de la capital del Guadalquivir cuando en sus inicios se atrevían estos chic@s a dirigir el tráfico sustituyendo a los semáforos de toda la vida, bueno los chascarrillos eran de tal calibre por los embotellamientos que hasta ellos mismos se daban cuenta. Ahora ya no lo hacen.
Son desconocidas en general sus funciones, sus atribuciones y lo que es peor, aun siendo autoridad pública solo cuando están de servicio, la utilizan a golpe de tableta con impresora de última generación, con modales autoritarios que no denotan otra cosa que falta de educación, respeto y consideración por los ciudadanos, teniendo en la mayoría de las ocasiones un comportamiento burdo, con afán recaudatorio y que parece no saben distinguir una patata de una batata (moniato).
La policía Local en general tiene una buena prensa, porque a lo largo de los años, por los requisitos que se les piden para tal menester saben distinguir en una situación incorrecta, la diferencia entre la necesidad, unida a la brevedad a la actitud de dejadez. Un ejemplo fácil en Castellón, un vecino de una calle por la que pasará (no sabemos cuando) el Tram, deja su vehículo dos minutos en la puerta de su casa para descargar la compra de la semana.
¿Qué hace un policía local habitualmente? Se percata de la situación, que se trata de un vecino y le indica que por favor cuando haga eso que se coloque en la acera, pues ahora pasa por ahí un autobús urbano.
¿Qué hace un AMU? Sacar su tableta electrónica rápidamente y de una manera ávida cual águila sobre su presa, inmediatamente, sin más, a rellenar la denuncia, si la temida denuncia; cuando llega el vecino, le increpa, le habla con despotismo, usando su autoridad, sacando a relucir sus complejos. El pobre vecino le cuenta qué pasa, pero le replica el AMU volviendo a insistir en que si está hablando con él es porque no le va a denunciar y que se vaya con mala leche); cuando el conductor dentro del coche va a incorporarse a la calle, le pide que baje la ventanilla y le pregunta si quiere copia de la denuncia, porque va a denunciarle.
De vergüenza, de pura vergüenza ver a niñat@s revestidos de una autoridad que no les han explicado bien, por la que se permiten maltratar a los vecinos que sufren en silencio cual almorranas desatinos, despropósitos e incoherencias.
Señor Alcalde, Señor Concejal Delegado, Señor Jefe de la Policía Local, un poquito de por favor, que el patio como ya he dicho en otras ocasiones no está para ir perdiendo votos; ¿tan difícil resulta imbuirles algo de sentido común? Yo me ofrezco y gratuitamente. De todas maneras ocurre igual en todas las ciudades que los tienen; mal de muchos…