José Vicente Ramón Moreno.
Estoy algo preocupado porque nuestra tan traída y llevada crisis afecta hasta límites insospechados que, generalmente, son materiales pero en otras muchas ocasiones son psicológicos.
Ustedes saben que, al comprar un coche, tenemos el modelo básico y luego nos ofrecen una serie de opcionales para mejorar sus características. Evidentemente, dependiendo de lo que nos queramos gastar, solicitaremos unos u otros a nuestro gusto.
Pues bien, creo que últimamente los intermitentes los están poniendo todas las marcas como opcionales y casi nadie los compra. Es constante y continuo el encontrarnos con personas que no los utilizan nunca haciendo maniobras sorpresivas que ponen en constante peligro a todos los que circulan a su alrededor.
Recuerdo que uno de los temas en los que insistía mucho mi profesor de autoescuela era en la necesidad de avisar a los demás conductores, con la suficiente antelación, de la maniobra que queremos realizar. Sin embargo nos encontramos continuamente con que el vehículo de delante primero pega un frenazo y luego se desvía. Alguna vez, con un poco de suerte, pone el intermitente cuando ya está girando.
Otras veces estás esperando para incorporarte a una rotonda y no sales porque se aproxima un vehículo que, sorpresivamente, entra por tu lado sin haber puesto el intermitente, o circula por el interior y, sin avisar, te cierra en el carril exterior saliendo de la rotonda.
Sólo se me ocurren dos maldades, que los conductores no saben que los intermitentes no son opcionales o que creen que al no usarlos están favoreciendo el ahorro energético, ¿por cuál se decanta usted?