La cuarta sesión del juicio para determinar la responsabilidad de Escal UGS en daños en viviendas ha contado con 5 testigos
S. Barberá/Castellón Información
La cuarta sesión del juicio por el caso Castor en la Audiencia Provincial de Castellón ha contado este lunes con el testimonio de cinco testigos que han asegurado que sufrieron daños en sus viviendas como consecuencia de los temblores ocasionados en septiembre de 2013. A pesar de que en un principio estaban citados 13 testigos, el hecho de que uno de ellos haya fallecido, la avanzada edad de otra de las citadas a declarar, además de la no comparencia del resto, ha hecho que se acortara la sesión del juicio de hoy. En este se juzga al que fuera presidente de la empresa Escal UGS, Recaredo del Potro, y el consejero delegado, José Luis Martínez Dalmau, como presuntos responsables de un delito contra el medio ambiente y los recursos naturales. En el mismo se juzga la responsabilidad de ambos en más de 500 seísmos que se produjeron debido a la inyección de gas en la plataforma Castor en junio, agosto y septiembre del año 2013.
La única testigo con vivienda en la provincia de Castellón que ha declarado hoy ha sido C. N., concretamente de Vinaròs. Esta ha relatado que “se me cayó la televisión encima de la mesa pequeña del comedor y de ahí fue al suelo y tuve que cambiar todas las baldosas del comedor”. Preguntada por la fiscal si notó algún temblor, la testigo ha señalado que “sí noté el temblor. Se oyó ruido y cayó todo”. En cambio, sobre si reclama algo ha dicho de forma segura “no reclamo por estos daños ¿para qué? Ya está hecho, ya está arreglado”.
El resto de testigos que han acudido a declarar tienen sus primeras o segundas viviendas en localidades de la provincia de Tarragona, en concreto en San Carles de la Rápita y en Alcanar.
J.LL., con primera vivienda en Cases d’Alcanar, ha relatado “presenté un montón de reclamaciones por daños, el perito del seguro vino a mi casa, pero no me aclaró nada”. Los daños que sufrió este vecino fueron “muchas grietas en el techo, en el suelo, en todas partes. La casa está a 30 metros escasos del mar y había grietas arriba en las habitaciones y abajo…”. Respecto a la visita de los técnicos que fueron a su vivienda para ver los daños, este ha explicado que “me dijeron que las grietas eran por vejez de la casa”. A pesar de ello, él asegura que sí que notó los temblores, aunque ha reconocido que “la primera noche que ocurrieron, yo estaba durmiendo y fue mi mujer quien los notó, pero otro día de madrugada, cuando estaba tomando café sí que noté movimientos”. Luego ha señalado que debido a estos daños tuvo que vender la casa reduciendo 8.000 euros el precio inicial. Sobre sus reclamaciones, J. LL. ha explicado que ha reclamado hasta al Defensor del Pueblo y a un montón de sitios más.
Otros testigos, A. C. y M.M., con residencia en San Carles de la Ràpita, han explicado también que tuvieron daños como la caída de azulejos y grietas en un pilar, pero en ambos casos sus seguros no se hicieron cargo de ello porque les dijeron que no relacionaban los movimientos sísmicos con los desperfectos de sus viviendas.
Por su parte I.Ll., con segunda vivienda en Alcanar, ha relatado que no se encontraba en Alcanar cuando sucedieron los temblores, pero lo vio más o menos un mes después cuando acudió allí y tenía una grieta en la terraza. En este caso también ha explicado que le dijeron que los daños no tenían relación con los movimientos.
El juicio, al igual que se ha ido desarrollando en sesiones anteriores con declaraciones de exempleados de la plataforma Castor, entre otros, continuará mañana martes con la declaración, entre otros, del presidente de Aplaca, la Asociación de afectados por la Plataforma Castor. Las declaraciones de testigos continuarán el 26 y 27 de octubre y el 2 de noviembre. El 8 de noviembre será el turno de peritos del Instituto Geográfico Nacional y del Instituto Geológico y Minero de España, entre otros, y el 9 y 10 también comparecerán peritos. El 15 de noviembre está previsto que finalice con la documental, conclusiones e informes.