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lunes, 22 de diciembre de 2025 | Última actualización: 23:02

Josep Miquel Francés relata las vicisitudes por las que pasó la imagen relicario de la Mare de Déu del Lledó en la Guerra Civil

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La conferencia del prior de Lledó llena el salón pompeyano del Casino Antiguo de Castellón

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José Luis Serrano/Castellón Información

Las vicisitudes por las que pasó la imagen de relicario de alabastro que contenía la pequeña imagen de la Mare de Déu del Lledó como consecuencia del estallido de la Guerra Civil a partir del 18 de julio de 1936 y su posterior recuperación, así como la construcción de la nueva imagen-relicarió y su bendición en mayo de 1940 fueron objeto de la conferencia por el prior de la Basílica de Lledó, Josep Miquel Francés, ante un numerosísimo auditorio en el salón pompeyano del Real Casino Antiguo.

Interesante y llena de detalles novedosos a pesar del tiempo transcurrido, ya que se está conmemorando en estas fechas el 75 Aniversario de esta fecha, la intervención del prior de Lledó cautivó al público asistente a la conferencia que llenó a rebosar el salón.

Conferencia Josep Miquel Francés

Tras un primer recuerdo al alcalde Manuel Aragonés Cucala, que fue quien firmó el salvoconducto que posibilitó que el académico Juan Bautista Adsuara pudiese salvar la imagen del la Lledonera y que no tuvo responsabilidad alguna en la demolición de la iglesia de Santa María, pues ya había sido sustituido como alcalde, se refirió a toda la peripecia por la que pasaron, tanto la imagen-relicario, como la pequeña imagen milenaria de la Virgen, haciendo uso de una prolija documentación y citando fundamentalmente los testimonios de Adsuara Ramos y de Angel Sánchez Gozalbo que tuvieron un protagonismo destacado en la salvación de la imagen milenaria y en su recuperación.

La última parte de la conferencia estuvo centrada en la realización de la nueva imagen-relicario (ya que la antigua fue dañada gravemente de forma irrecuperable, pues le faltaban las manos y la cabeza) que fue encargada al pintor y escultor Juan Bautista Porcar, aunque finalmente fue realizada, en los talleres de éste por el escultor Tomás Colón Bauzano y finalmente bendecida el día 4 de mayo de 1940 en un acto celebrado en La Farola, por el arzobispo de Valencia, doctor Prudencio Melo, asistido por los obispos de Segorbe y Tortosa, siendo trasladada la imagen, esa misma tarde, al santuario, ahora basílica del Lledó.