María Dolores Devís (MAYDO). Estilista de moda, asesora de imagen y personal shopper.
El peregrino no tiene condición social, cultural o religiosa. En una palabra, la sociedad entera de todos los rincones del Mundo es peregrina. Hay diversos móviles para hacer peregrinaje, siendo el principal el religioso desde siempre, nos guste o no.
Sea cual sea el motivo de peregrinar, la indumentaria apropiada para poder desempeñar dicha función y la mochila que llevaremos consigo, será bajo las siguientes pautas a seguir:
Calzado cómodo para andar. El camino no tiene grandes dificultades y, si hace buen tiempo, es mejor utilizar unas zapatillas de deporte cómodas.
Calzado cómodo para descansar. Es importante tener unas zapatillas cómodas para descansar los pies después de una jornada de camino. Coloca tus zapatos en el fondo de la mochila, permanecerán en su sitio en vez de desplazarse arrugando la ropa. De hecho haz esto con cualquier objeto pesado que lleves.
Un saco de dormir. Si se va a dormir en albergues, no es necesario un saco de alta montaña. Lo importante es que pese poco.
Aislante. Sólo si se piensa dormir al aire libre o si se va en "temporada alta" y puede que no haya camas libres en los albergues.
Un poncho para la lluvia. Es importante llevar un impermeable que cubra la mochila. Una solución clásica de emergencia para la lluvia son las bolsas grandes de basura.
Ropa. Lo mínimo. Si se va en verano, se puede subsistir con tres mudas de ropa interior (que se lavan diariamente y se secan colgadas a la mochila al andar), unos pantalones cortos para andar, otros largos para ponerse "de limpio", tres camisetas de manga corta y un jersey para la noche. Si vas en época de lluvia, la cosa cambia. Ten en cuenta que, por mucho impermeable que lleves, terminarás con los pies empapados y si llevas pantalones largos también. Yo recomiendo llevar pantalones cortos para andar, miles de calcetines y botas de montaña que resistan bien la lluvia. Recuerda siempre la regla de oro: todo lo que llevas, pesa.
Un sombrero o gorra para el sol.
Gafas de sol.
Una cantimplora (o la clásica botella de agua).
Una navaja multiusos.
Una linterna.
Botiquín básico: Alcohol de romero, gasa, esparadrapo de seda, betadine, tiritas, crema de protección para el sol. Aguja e hilo, tijeras pequeñas. Parches Compeed. Vaselina o Ungüento del peregrino y aspirinas. Ten en cuenta que las rozaduras, ampollas y torceduras son lo más común.
Asegúrate de llevar los objetos de valor (pasaporte, pasajes, direcciones, documentación con las etapas a realizar, teléfonos interés y dinero) en una kangurera, en tu cintura o alrededor de tu cuello.
Si viajas acompañado, guarda la mitad de tus cosas en tu equipaje, la otra mitad en la de tu acompañante y que éste haga lo mismo. Si una de sus mochilas se pierde, aún tendrán la mitad de sus prendas.
De lo que se trata es de aprovechar el espacio en tu mochila.
Siguiendo estas reglas de oro se os garantiza un espléndido peregrinaje.