Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
Este fin de semana ha visitado la provincia de Castellón el señor Rajoy. Y al parecer, próximamente lo hará el señor Rubalcaba. Ambos, Rubalcaba y Rajoy, han mantenido y mantienen una discriminación portentosa hacia nuestra tierra. Por eso, lo que deben protagonizar son más hechos y menos visitas. Y también pedir perdón. Y los líderes provinciales, que jalean sus visitas como si fueran hinchas de un club de fútbol, deberían ejercer más de castellonenses que de militantes partidistas.
Y es que la lista de agravios es portentosa. Así, podríamos empezar por el AVE. Y es que, aunque la ministra Pastor prometió el AVE de Madrid a Castellón y de Castellón a Tarragona para el 2015, lo cierto es que se ministerio mantiene olvidado el estudio informativo de la plataforma por dónde debería circular el tren de Alta Velocidad hacia nuestra vecina del norte. Y ello, qué duda cabe, hace poco o nada creíble así mismo la conexión con Madrid a través del AVE.
Podríamos continuar con la chapuza del Tercer Carril. Un Tercer Carril que no tiene nada que ver con lo que debería ser el Corredor Mediterráneo, que mencionan por otra parte en vano y con la boca pequeña, y que ha merecido las críticas de la propia ASCER.
A continuación podríamos hablar de la A-68, dejada, a pesar de grandilocuencias varias, ad calendas graecas, y que tan fundamental resultaría para traer turistas del interior de España a nuestra provincia. Claro que, hablando del turismo, tenemos que nombrar una vez más al Aeropuerto de Castellón. En este sentido, ¿nos merecemos que nuestro Aeropuerto siga sin funcionar cuando está demostrado que el 80 % de los turistas extranjeros que vienen a España lo hacen en avión y que somos la única provincia costera sin esta infraestructura operativa?
Se podría hablar de otras muchas cosas. Pero, tal vez, lo fundamental es la infrafinanciación autonómica que padecemos, una infrafinanciación que hace que el gasto autonómico valenciano por habitante sea el menor de toda España; 1.600 euros por habitante y año inferior a Cataluña y más de 1.900 inferior a Extremadura. Por ello es inadmisible que Rajoy aplace la revisión de la financiación autonómica hasta el 2015. Por ello, lo que necesitamos son hechos y no palabras. Facta, non verba, que decían los latinos.
