Guillermo Miró. Ingeniero Industrial.
Hola a todos. Esta semana he tenido una anécdota especial. En el laboratorio donde investigo periódicamente llegan para analizar lo que me gusta llamar como “outsiders”, es decir, gente particular que pide algunos análisis para demostrar que lo que han dicho es cierto. En concreto, esta semana ha aparecido un señor que quería analizar cierto aditivo de combustible, que en una proporción de 1:40000 (más o menos, como echar una cucharadita de azúcar en un depósito de 200 litros de agua) provocaba una mejora del 30% del consumo. Junto a las muestras, me ofreció un folleto con toda la información del proyecto. Por otro lado, esta semana encontré una estupenda infografía sobre cómo detectar “mala ciencia” (yo personalmente no la llamaría así), basada en los siguientes doce puntos a detectar:
*Titulares sensacionalistas: Los titulares están diseñados para captar la atención del lector y animarlo a seguir leyendo. Se realizan diferentes maniobras: simplificar en exceso los resultados de una investigación, sensacionalizarlos…
*Resultados malinterpretados: En ocasiones, las noticias distorsionan o malinterpretan los hallazgos de una investigación en favor de una buena historia, ya sea intencionadamente o no.
*Conflicto de intereses: Muchas empresas contratan científicos para llevar a cabo investigaciones y publicarlas. A pesar de que esto no invalida necesariamente la investigación, debe tenerse esto en cuenta al analizarla.
*Correlación y causalidad: Hay que ser precavido ante la confusión entre correlación y causalidad. La correlación entre dos variables no significa automáticamente que una sea causa de la otra. Por ejemplo, el calentamiento global ha aumentado desde 1800 y el número de naranjos en la provincia también, lo que no implica que los naranjos provoquen el calentamiento global.
*Lenguaje especulativo: Es típico encontrar expresiones como "quizá", "podría", "parece" y otras de ese tipo, así que cuidado, ya que es poco probable que un estudio arroje pruebas fundamentadas en las conclusiones que suelen inferirse de ellas.
*Grupos de estudio demasiado pequeños: En algunos estudios, cuanto más pequeño es el grupo que se estudia, menor confianza ofrecen los resultados de aquel cuando se aplican a toda la población. Es decir, realizar un ensayo sobre poca cantidad provoca que los resultados no sean significativos, por lo que debe resultar sospechoso que el grupo a estudio pudiera haber sido mayor de lo que realmente fue.
Estas premisas, y algunas otras más, son ideas que se desprenden de lo que se conoce como método científico, una de las herramientas más importantes de las que dispone la humanidad para poder avanzar en la ciencia y poder llevar a la humanidad al nivel de desarrollo (tecnológico, en otros ámbitos estamos bastantes verdes aún) que se encuentra en la actualidad. La semana que viene introduciremos el resto de premisas y sentaremos las bases del método científico. Como siempre, los comentarios están abiertos a comentarios y sugerencias…. Hasta la semana que viene.