Antonia García Valls. Portavoz del PSPV en el ayuntamiento de la Vall d'Uixó.
Cuando leo o escucho la palabra Contrarreforma, pienso en el pasado, en una época dura y oscura de la historia. En una época donde la igualdad de oportunidades brillaba por su ausencia, donde la igualdad de género ni se vislumbraba. Una época dura y oscura, de la que se salvaban los “privilegiados” y el resto lo pasaba muy mal, especialmente las mujeres y las personas más vulnerables, los mayores y las personas con algún tipo de discapacidad.
Pues bien, desde hace casi dos años, con el PP y con Rajoy, estamos viviendo una época de Contrarreformas. No son Reformas, como intenta vender, son auténticas contrarreformas que sólo producen atraso y recortes de derechos. Donde viven bien los “privilegiados” y el resto lo pasa muy mal.
Reformar es cambiar algo que ya existe para mejorarlo; cambiar lo que se ha construido en España en los últimos 30 años, con el esfuerzo de la mayoría de la sociedad, para acabar con ello y hacer retroceder décadas al país, es hacer Contrarreformas.
Una contrarreforma laboral que ha recortado los derechos a l@s trabajador@s.
Una contrarreforma educativa que acaba con la igualdad de oportunidades, recorta becas, sube tasas universitarias y devuelve a la religión la preeminencia que tuvo en las aulas en esa época dura y oscura.
Una contrarreforma en la administración local, que pretende acabar con la autonomía municipal y que privatizará, o hará desaparecer, muchos servicios públicos que actualmente prestan los ayuntamientos a l@s ciudadan@s. Que supone un recorte democrático al pretender acabar con la autonomía municipal. Tan nefasta es esta contrarreforma que incluso ayuntamientos gobernados por el PP se oponen a ella.
Y sigue. Una contrarreforma de la Ley del aborto que recorte derechos a las mujeres.
Y una contrarreforma de las pensiones que recorte derechos y pensiones a l@s pensionistas, todavía más. Pese a que prometió que no iba a tocar las pensiones.
Y lo hace con el rodillo de la mayoría absoluta que le dieron much@s ciudadan@s, creyendo todas sus mentiras de la campaña electoral, cuando decía que no iba a recortar ni pensiones, ni educación, ni sanidad y que volvería a crear empleo.
Y no puede utilizar el tan recurrido argumento de la herencia recibida. Si no sabía la situación real, después de ocho años de jefe de la oposición es que no hizo bien su trabajo. Y tal como hizo su trabajo en la oposición, mal, está haciendo la tarea de gobierno; que más que gobernar, lo que hace es burlarse de la ciudadanía. Sobre todo de las personas más vulnerables y de las mujeres. Como en la Contrarreforma.
