Julio del Rosal Vicent. Presidente de Astrauto.
Muchas veces nuestros vehículos sufren daños en la carrocería producidos por agentes atmosféricos como puede ser la lluvia de barro; cuando el vehículo se encuentre lleno de polvo, con excrementos de aves o resinas de los arboles, es aconsejable que los propietarios bien lo lleven a talleres especializados en lavado o lo limpien ellos, ya que si el polvo o la suciedad se seca es más difícil eliminarla y la carrocería sufre más.
Es recomendable usar agua tibia para ablandar el barro y el agua a presión será de excelente ayuda para no rallar la pintura.
Al lavarlo es mejor hacerlo de arriba abajo, haciendo más hincapié en las zonas bajas del coche. Se deben utilizar paños suaves de microfibra o similares y productos adecuados para la carrocería.
Si aun así hay golpes o roces, para evitar problemas de oxidación es preferible reparar los desperfectos.
Debemos ser responsables y realizar un mantenimiento adecuado en todo lo relacionado con el vehículo, de ello depende nuestra seguridad y la de los demás.