Julio del Rosal Vicent. Presidente de Astrauto.
Los vehículos que están parados durante mucho tiempo requieren mantenimientos periódicos pues la falta de uso del coche no previene averías, por ejemplo el gas del circuito del sistema de climatización debe moverse para que haya una lubricación del conjunto habría que conectarlo una vez al mes.
Para evitar sorpresas en el motor también debería arrancarse una vez al mes, pues de lo contrario los pistones pueden pegarse, oxidarse o romperse por falta de engrase.
La falta de uso del coche puede hacer que los manguitos se sequen que la bomba de agua o el termóstato se oxiden obstruyéndose los conductos quemando la tapa del cárter.
El peso del coche sobre la misma superficie de los neumáticos puede deformarlos, es conveniente poner las ruedas sobre tacos o caballetes especiales, o aumentar la presión de las ruedas. La humedad puede estropear los elevalunas eléctricos y los parabrisas.
No arrancar el coche cada 15 días puede provocar daños en los discos de freno, los grupos hidráulicos de los sistemas ABS y otras piezas.
No usar el vehículos en periodos largos puede oxidar los piñones, sincronizadores y horquillas de la caja de cambios y diferenciales.