Begoña Carrasco. Portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Castellón.
Así son los presupuestos de Amparo Marco. Unos presupuestos que dejan mucho que desear en el fondo, pero también en la forma.
Por un lado, el contenido aparca prioridades sociales y de empleo para destinar importantes dotaciones a sueldos municipales de hasta 70.000 euros y a la normalización lingüística, cuando el vicealcalde anunció hace 2 meses que “la lengua es importante, pero el dinero tiene otras prioridades”. ¿Ya han acabado con el paro en Castellón? ¿Ya no hay desahucios en nuestra ciudad? ¿Ya no hay necesidades ciudadanas que cubrir, para destinar recursos de todos a la creación de más sueldos?
Desde el Partido Popular hemos denunciado estas y otras acciones del nuevo gobierno municipal, reclamando más inversiones autonómicas, más presupuesto para medidas anti inundaciones, más dotaciones para cuidar a nuestros ancianos, más apoyo al turismo y al comercio, más compromiso con los emprendedores, mayor defensa de nuestras tradiciones o mayor apuesta por la accesibilidad en la ciudad.
Sin embargo, si algo nos llama especialmente la atención es el procedimiento seguido en la tramitación de estos presupuestos, y es que no se ha contado con el máximo órgano de representación: el Consejo Social de la Ciudad. Cuestionamos la aprobación de estos presupuestos irregulares que no han cumplido la necesidad de reunir previamente a este órgano. Las entidades empresariales, agrícolas, ecologistas, sindicales, universitarias o vecinales de nuestra ciudad forman parte de este consejo al que la señora Marco ha silenciado. La voz de la ciudad se ha apagado en la elaboración de estos presupuestos, para dar paso a los círculos de Podemos, con los que sí ha contado la señora Marco para garantizarse los votos necesarios en la aprobación de estos presupuestos.
Es lo que tiene gobernar en minoría, que las prioridades son otras: donde debería haber un Consejo Social de la Ciudad, regulado por ley y máximo órgano en el establecimiento de los criterios económicos de los presupuestos anteriores, acaba habiendo círculos de Podemos. Ni hay consejo, ni es social, ni mucho menos es de la ciudad. El resultado es que, donde debería haber unos presupuestos que pongan el acento en que la recuperación llegue a todos los hogares, hay unos presupuestos alejados de las necesidades ciudadanas y que recortan la dotación municipal en un momento de expansión económica, muy propio de Podemos.
Estos presupuestos han obviado al órgano en el que se encuentran representados todos los estamentos y organizaciones sociales, políticas y económicas de la ciudad de Castellón”. Han dejado de lado a la sociedad de Castellón, para dejar paso a un grupo de nacionalistas y socialistas en minoría, secuestrados por la fuerza menos votada de esta ciudad: la que representa la minoría de Podemos, hoy convertido en mando a distancia de las decisiones que toma el gobierno de Castellón.