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viernes, 22 de noviembre de 2024 | Última actualización: 22:28

Otro ataque más de Marzá a la libertad de los padres

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Mercedes Ventura. Diputada autonómica de Ciudadanos por Castellón.

La semana que viene se cerrará el plazo para aquellos centros educativos que deseen implantar la jornada continua. Pero, a fecha de hoy, no se ha modificado ni una coma de los aspectos de la normativa que han provocado gran malestar en la comunidad educativa. Entre ellos, la imposición de las actividades extraescolares gratuitas y la prohibición del desarrollo de actividades extraescolares de pago dentro del horario escolar. A primera vista, puede sonar, y suena, muy bien: ¡actividades gratuitas para todos/as! La idea es buena cuando el que obliga a la gratuidad es quien paga, pero resulta una pesadilla cuando el que obliga no ofrece recursos económicos y aboca a reinventarse o a limosnear la gratuidad de estas extraescolares a todos los centros educativos que deseen solicitar la jornada continua.

Pero lo más alarmante es que limitan las competencias de las Ampas en la elección de las diferentes actividades extraescolares que quieran ofrecer dentro del horario escolar. Esta situación es bipolar porque la esencia de la jornada continua es facilitar la conciliación y que las familias que apuesten por esta jornada puedan optimizar el horario de tres a cinco de la tarde para que sus hijos/as realicen formación complementaria específica a bajo coste para adquirir competencias que no están fijadas en el currículum educativo, como por ejemplo, aprender chino, robótica, ajedrez, judo, etc.

La mayoría de familias han apostado por esta jornada para que sus hijos/as tengan más tiempo libre, aprovechen este horario para realizar actividades complementarias y familiares y así reducir el estrés por falta de tiempo. Pero para poder dar respuesta a esta demanda, primero debemos contar con profesorado especializado y esto gratis es imposible. Tenemos gratis actividades que no se basen en los intereses del alumnado, únicamente en lo que se pueda ofrecer a coste cero. Muchos padres y madres han mostrado el descontento porque sus menores permanecen en el colegio hasta las cinco de la tarde, pero no aprenden lo que desean, y ven que es una actividad puramente asistencial.

A la denuncia pública por parte de Ciudadanos a esta situación, la respuesta de Conselleria es que la educación debe ser gratuita y ofrecer extraescolares de pago es una medida de discriminación. No puedo estar más de acuerdo en cuanto a que la educación debe ser gratuita. Pero, yo me pregunto si en realidad la educación es gratuita para todos cuando hay niños/as de la educación pública que se están costeando el comedor y los materiales del centro. Para mí, ser gratuita es pagar cero euros.

En cuanto al trato discriminatorio, el concepto parece que no lo entendemos del mismo modo. Yo entiendo por discriminar ofrecer un trato diferente a las personas que merecen recibir el mismo trato y es beneficiar a unos para perjudicar a otros, así concibo yo la discriminación. Esta definición coincide con lo que está haciendo la Conselleria: que es discriminar. Sí, están discriminando en función de la jornada escolar que se elija, porque los centros de la jornada partida pueden impartir las actividades de comedor y las organizadas por el Ampa (no gratuitas) simultáneamente, mientras que a los centros educativos con jornada continua no se les permite en ese mismo horario, deben esperar hasta las cinco de la tarde. Este argumento me parece demagógico y distorsionado por el mal uso que le dan a la palabra discriminación, ya que son ellos los primeros en no favorecer el mismo trato.

Los diferentes colectivos de docentes, Ampas y educadores, entre otros, entienden que con esta normativa únicamente se ha reorganizado el horario lectivo sobre las extraescolares porque no existen las mismas condiciones que en otras autonomías sobre la implantación de la jornada continua y se vulneran los derechos a la elección de los padres y madres sobre el tipo de formación complementaria que desean que realicen sus hijos. Por este motivo, los diferentes colectivos manifiestan que debería imperar la libertad de las familias para elegir las actividades que se ofrecen en los centros, sean de pago o gratuitas, y además ofrecer actividades de calidad, independientemente de la distribución del horario.

Para finalizar, hay que indicar que esta medida no solo ha tenido quebraderos de cabeza para la comunidad educativa, sino también para las empresas privadas que colaboran con la Administración en materia educativa, por tratarse de una normativa tan restrictiva que ha abocado a prescindir de parte de su personal, formado por jóvenes recién titulados y mujeres en su mayoría. Estamos de nuevo ante una normativa que en lugar de crear, destruye empleo. Solo le pido al señor Marzà que se reúna con todo el colectivo afectado para que conozca la realidad y pueda ponerle solución a la problemática encontrada en la normativa. Por lo tanto, si andamos hacia la jornada continua con paso firme, seguro y sin chafar a quien tenemos al lado, podremos conseguir nuestro objetivo con éxito.