Mercedes Ventura. Diputada autonómica de Ciudadanos por Castellón.
Esta tarde-noche muchos niños y niñas celebrarán con ilusión la Noche de Reyes. Se trata de una de las tradiciones más arraigadas de la cultura española y una fiesta muy esperada por los menores, vivida como mágica. El día 5 de enero las ciudades se llenan de luces y colores con la cabalgata, que data de 1885, cuando el Gobierno de España la convocó por primera vez para honrar esta festividad tan especial.
Desde entonces, como tradición se mantiene esta emotiva fiesta donde los niños y las niñas reciben con alegría y cantos a los tres Reyes Magos de Oriente en su ciudad, en la mía se entona el 'Tirorí'. La calles se llenan de gente para ver una de las cabalgatas más larga del país y en su recorrido podemos ver carrozas con los Reyes Magos repartiendo sonrisas y caramelos, los pajes reales y en ocasiones los más variados y exóticos personajes.
Puedo entender que a muchos políticos no les guste este día, por considerarlo dentro de la fe cristiana y apuesten por una sociedad laica. Pero esta creencia no les exime de la responsabilidad de gobernar para una sociedad plural por igual. Hay que diferenciar entre compartir una creencia y el respeto a la misma. Si estos señores se inventan reinas magas y no desean compartir esta creencia, adelante, es legítimo, estamos en una sociedad plural. Pero es ilegítimo e inmoral que no se respeten las tradiciones de muchos ciudadanos y ciudadanas y que se intente romper la ilusión de los menores.
Y mucho más inmoral y vergonzoso es la manipulación que están haciendo los independentistas en Cataluña, rompiendo la magia de esta cabalgata que va dirigida a los más pequeños y se utiliza con fines políticos. En Cataluña ya no basta con tener copado por independentistas la educación, las televisiones, las fiestas populares, entre otras, con fines de adoctrinar. Sino que ahora desean colocar sus banderas separatistas en un cabalgata ¿haciendo política con la ilusión de los más pequeños? Vergonzoso es poco.
Desean que este momento mágico se convierta en un momento adoctrinador con fines separatistas donde los protagonistas son los niños y las niñas, su pureza y su inocencia. Esta finalidad me resulta enfermiza, es como intentar adoctrinar por todas las vías existentes, falta que lleguen a etiquetar los caramelos con las banderas que quieren romper España.
Para finalizar, quiero recordarles que esta fiestas es de todos y para todos y debemos velar por el disfrute de los menores sin colores políticos, dejar de dirigir ideológicamente las tradiciones comunes. Disfruten de una feliz Noche de Reyes y espero que nuestros amigos de Oriente vengan cargados de amor, ilusión y fraternidad.
