Mercedes Ventura. Diputada autonómica de Ciudadanos por Castellón.
Sería maravilloso que la ideología se sacara de las políticas educativas. Conforme pasa el tiempo, creo que esta propuesta es una utopía a pesar de que desde Ciudadanos se está trabajando por un Pacto Educativo. Pero falta voluntad por parte de los políticos, sobre todo por los gobernantes valencianos.
Me hubiera gustado que tras el viaje a Finlandia, el Consell se hubiera replanteado y hubiera dado la primicia de hacer un Pacto Educativo Valenciano que mirara por la calidad educativa y no por la calidad ideológica. Que se crearan leyes educativas estables en el tiempo que duraran una generación y no una legislatura. Porque las políticas del tripartito tienen fecha de caducidad ante un nuevo gobierno ya que no han sido consensuadas con las diferentes fuerzas políticas y no velan por la libertad e igualdad educativa.
Un criterio ideológico anclado en sus políticas educativas es la subsidiariedad de la concertada a la hora de planificar el arreglo escolar. Este criterio ha traído revuelo entre la sociedad valenciana y un indicador está en la manifestación del sábado 6 de mayo, que reunió a más de 40.000 personas para defender sus libertades para elegir el modelo educativo que desean para sus hijos.
Un revuelo acompañado de la forma y fecha en la que fue notificada la supresión de los conciertos, nada más y nada menos que por prensa el miércoles de Pascua. En plenas vacaciones se publicó en prensa el notición de la supresión de unidades, esta noticia amargó las vacaciones a centenares de familias.
El sábado en la manifestación puede comprobar el cabreo de las familias y los centros educativos sobre esta decisión de Conselleria y sobre la aplicación de los criterios de baremación que rozan la subjetividad. Otro tema candente, es que el periodo de respuesta a las alegaciones es coincidente con el periodo de matrícula.
Por poner un ejemplo, si el plazo de entregar las alegaciones finaliza el 18 de mayo y el alumnado tiene que empezar a matricularse el 22 de mayo, ¿qué hacen las familias con la matrícula? Se esperan a las respuestas de las alegaciones a ver si se cambia de idea la Conselleria o se buscan un centro por si acaso se quedan sin plaza. En un caso o en otro, salen perjudicados las familias que se pueden quedar sin plaza si se esperan y la concertada que perderá el alumnado aunque se mantenga la unidad tras la alegación.
Otro problema que nos encontramos es que las familias no saben si sus hijos tendrán plazas en los centros de su zona. Es más, este cambio de centro provoca que las familias con más hijos en la concertada vean agravada su conciliación familiar al tener que ir a la misma hora a recoger a sus hijos en diferentes centros.
En definitiva, esta forma de proceder por el Consell ha creado una auténtica locura y un desconcierto para el concierto y las familias.