Enrique Domínguez. Economista.
No se asusten; no se ve en el horizonte otra burbuja en el sector de la vivienda. Sin embargo, como al final de este comentario les diré, ya se manifiestan algunos de los hechos que condujeron al estallido de la anterior. Y también puedo adelantar que a la provincia de Castellón le cuesta un poco más que a la Comunidad Valenciana (CV) avanzar en el proceso de recuperación paulatina de la construcción.
Bueno es recordar algunos de los hechos que fueron engordando la burbuja: los tipos de interés eran bajos y la rentabilidad de las acciones en bolsa eran poco atractivas; se proyectaban PAIs con miles de viviendas y se invertía en fincas rústicas potencialmente recalificables por las que se pagaban precios astronómicos; los pisos se compraban sobre plano y subían de precio de hoy para mañana; muchos estudiantes abandonaban los estudios para trabajar en el sector; cualquiera se metía a empresario porque el beneficio era casi inmediato y los bancos te concedían la hipoteca, generalmente, por un importe superior al valor del piso. Incluso empresas consolidadas de otros sectores hicieron sus pinitos en la construcción.
Parecía que aquella euforia no iba a acabar nunca; los propios empresarios del sector se maravillaban de la larga duración del ciclo alcista. Pero, más dura fue la caída. Todavía quedan muchas fincas, en distintos grados de ejecución, como recuerdos amargos de ese afán especulativo. Quedaron los auténticos empresarios que pudieron aguantar el chaparrón. Todos, en mayor o menor grado, hemos sufrido las consecuencias de esa locura.
Algunas cifras nos pueden señalar la magnitud de la crisis: Entre 2005 y 2008 (años con crecimiento positivo del PIB) se visaron 69.297 viviendas en la provincia de Castelló, mientras que entre 2009 y 2013 (años con decrecimiento del PIB) se visaron solo 3.983 viviendas.
La crisis se nota más en Castelló: La compraventa de viviendas libres se contrajo un 73,5%, pasando de 19.234 transacciones en 2005 a 5.100 en 2013; en la CV se contrae un 66,3% y en España un 66,6%. El precio tasado en €/m2 de la vivienda libre en la provincia pasa de 1.554,0 €/m2 en el cuarto trimestre de 2005 a 1.084,3 €/m2 en el cuarto trimestre de 2013; baja un 30,2% en Castelló frente a un 24,3% en la CV y un 19,6% en España. El paro registrado entre diciembre de 2005 y de 2013 se multiplica por 5,2 en Castelló, por 3,6 en la CV y por 2,7 en España.
Pero el sector de la construcción se va recuperando poco a poco de este gran batacazo y ello también se constata en diferentes conceptos, si bien se aprecia un menor dinamismo en Castelló motivado, en mi opinión, por la menor pujanza y relevancia de la actividad turística y comercial y ser una capital de tamaño medio.
La compraventa de vivienda libre, que se contrae hasta 2013, se incrementa entre ese año y 2017 un 53,0% en Castelló, un 62,0% en la CV y un 78,7% en España; en las tres áreas se adquieren, sobre todo, viviendas libres usadas, más en 2017 que en 2013. El precio tasado en €/m2 de vivienda libre en el cuarto trimestre de 2017 respecto a igual periodo de 2013 sigue reduciéndose en Castelló (de 1.084,4 €/m2 a 1.041,2 €/m2) mientras aumenta un tanto en CV (de 1.128 €/m2 a 1.157,7 €/m2) y en España (de 1.466,9 €/m2 a 1.558,7 €/m2). El paro registrado en construcción, sin embargo, desciende algo más en Castelló entre 2013 y 2017 (-60,1%) que en la CV (-53,6%) y en España (-51,9%).
Pero, como decía el malogrado Forges, “el que avisa no es traidor” y se atisban algunos comportamientos que recuerdan los mejores años de la burbuja inmobiliaria: en la ciudad de València, según las inmobiliarias, se observa que más del 70% de los pisos se venden sobre plano. Y también los registradores comienzan a detectar hipotecas que se conceden por la totalidad del valor del piso.
No hay burbuja inmobiliaria;pero, cuidado. ¿Qué piensan ustedes?
