José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
Las familias con niños nacidos hace tres años en Castellón y su provincia han tenido que acometer en los dos últimos meses la tarea de solicitar la escolarización en alguno de los centros de educación infantil, así como los que por diversos motivos cambian de localidad o centro en educación primaria y secundaria.
La bajada de la natalidad y la marcha de inmigrantes posibilita ahora el acceder al centro elegido; sobran plazas escolares, la mayoría en valenciano, pues más del ochenta y cinco por ciento de las líneas educativas son en esta lengua. La cifra es que para niños de tres años solo en la ciudad de Castellón sobran más de 200 plazas, es decir el equivalente a 8 aulas de 25 niños, ahí es nada.
Multipliquen por 5.500 euros y niño (coste de una plaza escolar) un ‘milloncejo’ de Euros y ya se sabe, millón a millón se hace más grande el agujero, sin que se pongan medidas.
Añadamos a eso que el aumento de la ratio, es decir el número de niños por aula, tan contestado por los maestros de la enseñanza pública se ha quedado en agua de borrajas, ya que se le olvidó al legislador derogar el condicionante del espacio, con lo que con dos honrosas excepciones, todos continúan con 25 alumnos por aula y no con los 30 previstos.
Además a los colegios que desde hace muchos años no son solicitados por las familias del entorno y que se llenaban con inmigrantes, como se han quedado vacíos, se han sacado de la manga unir aulas con niños de 3 y 4 años, a fin de no cerrarlos; un poquito más de gasto, porque el miedo a cerrar un colegio resulta hasta irracional.
La palabra temida hoy por los funcionarios docentes es la de "suprimido", estatus en el que se puede encontrar quien con plaza definitiva se encuentra sin el puesto de trabajo que había elegido porque le han cerrado el colegio o el aula y le pueden enviar a lugar no deseado.
Eso sí, los colegios concertados todos llenos a 30 alumnos, llevan nueve meses sin cobrar los gastos generales del concierto, y las familias tienen que colaborar en el mantenimiento, que en los públicos paga el Ayuntamiento, porque el concierto no da dinero para cambiar persianas o las ventanas.
¿Miopía o falta de valor para actuar por el PP? Probablemente ambas cosas, pues no se dan cuenta que quienes se manifiestan en su contra ,aunque les dejen los colegios abiertos con seis u ocho alumnos por aula continuarán sin votarles y los que les votan se sienten discriminados, cabreados y si no lo han hecho ya, van a dejar de votarles por falta de valor y coherencia.
Eso si continuamos siendo tremendamente estrictos con los concertados, a los que si aplica los recortes, económicos (la luz, los sueldos... han subido) y de trato en cuanto a las ratio, sobre todo en bachillerato y eso no es justo ni equitativo.