Elvira Gual. Ama de casa.
¡Qué horror, qué locura! Ana Gabriel propone educar a los niños como animales. En un ‘guetto’, todos juntos, revueltos, sin puertas, sin moral. ¿Es eso vivir? Me recuerda la película ‘Con faldas y a lo loco’.
Esta señora (por llamarla de alguna forma) es una descerebrada que nos pone los pelos de punta, pues de aplicarse sus teorías conduciría a la sociedad hacia una izquierda cruel y antisistema carente de todo tipo de valores.
Parece ser que la señora Gabriel dio clases en la Universidad y así comprendo que los jóvenes pierdan el rumbo y se encuentren completamente desorientados. Creo que, igual que ellos, también muchos padres deberían ser reeducados para que sean capaces de dar ejemplo a sus hijos.
Sin duda en España hay muchos profesores muy profesionales y con gran sentido ético. Pero junto a ellos abundan quienes influyen muy negativamente en nuestra juventud. Usted, doña Ana, habla mucho pero sigue chupando del bote y cobrando un buen sueldo creo que inmerecido. Debería dar ejemplo y obrar acorde con sus principios: ponga en marcha un ‘guetto’, fije en él su residencia y verá lo que es bueno.
La Generalitat Valenciana ha enviado una nota informativa a los directores de colegios negándoles ayudas a las escuelas concertadas, de entre las que han clausurado 30 aulas, varias de ellas dedicadas a la educación especial. Nuestras autoridades toman estas medidas sin ningún miramiento con el agravante de hacerlo mediante una ley de inmediata ejecución (‘Ordeno, mando y hago saber’, ¡de lo más democrático, vaya!).
Tales decisiones han provocado manifestaciones multitudinarias por toda la geografía española en que profesores, padres y alumnos se movilizan al unísono en contra de lo que se les quiere imponer y exigen se respete su derecho a elegir, en buena lid democrática, donde prefieren los jóvenes cursar sus estudios.
Una escuela pública cuesta mantener unos 5.000 euros más por alumno y año que una concertada cuyo coste ronda los 3.000 euros alumno y año. La concertada tiene por añadidura las ventajas adicionales de ofrecer mejor rendimiento, transporte y comedor gratuitos, de ahí que sea la opción preferida por la mayoría de los padres.
Este año cumpliré (D.m.) la tierna edad de 80 años. Comprenderán ustedes que en ese tiempo he conocido situaciones políticas y sociales muy complejas. Gracias a que mantengo diálogo con gentes de todas las edades puedo afirmar que España se encuentra atravesando uno de los momentos más confusos desde el final de la guerra civil.
Intentaré desde esta columna hacerme eco de lo que siente la gente como yo, el pueblo llano, las voces que piden austeridad, libertad, honestidad y ética, principios que hoy brillan por su ausencia en nuestra clase política ¿No cree que son muchos los que piensan como usted y como yo?