Elvira Gual. Ama de casa.
He estado tratada en el Hospital de la Seguridad Social de La Plana de Villareal, y quiero dar las gracias a todo el personal sanitario por su trato amable, inteligente y bueno, por su interés hacia mi persona, que hizo que me sintiera alegre y feliz, porque eso es lo que necesitamos todos y más en el transcurso de una enfermedad; ese trato ético, humano y sonriente de los doctores es el que más nos mejora, y suple con creces a muchos medicamentos. Me siento agradecida y orgullosa de haberles conocido, son buenos médicos y mejores personas, y eso es lo que más vale en la vida, y lo que por desgracia hoy en día escasea.
Remitida por la doctora de nefrología estoy ingresada en el Hospital General de Castellón, y también me siento feliz por el trato recibido, tanto por los médicos como por el personal sanitario, auxiliares de enfermería y de limpieza, lo cual hace que mejore mi estado de ánimo gracias a que te despiertan para darte los medicamentos con una sonrisa, y ese es el mejor regalo de la vida, levantarte y percibir el cariño cercano de las personas que aman su profesión y se dedican a ello.
Otra cosa es la empresa contratada para servir el ‘catering’ en este hospital: sus siglas son ISS, y todo el personal las lleva rotuladas en su ropa haciendo propaganda de dicha empresa. Y yo me pregunto: ¿de qué presumen? primero desobedecen a los médicos, elaboran las dietas sin ningún control, da igual que el médico haya propuesto pollo asado: ellos sirven todo hervido, pollo o pescado sin ningún sabor, dan nauseas nada más verlo, totalmente incomible; cualquier animal doméstico come mejor, y los enfermos devuelven las bandejas intactas, teniendo que mandar a algún familiar al supermercado para poder alimentarse, por no hablar de los postres, peras verdes duras como piedras con las que podría lesionarse a una persona.
¿Por qué no se la comen ustedes? ¿Por qué sigue esta empresa sirviendo en el hospital esta comida basura sin ninguna clase de control por parte de nadie? ¿Por interés? ¿Hay comisiones?
Pongan solución a este desastre, porque un enfermo, ya por definición sin apetito, tiene derecho a una comida decente, y gracias al cariño de todos los profesionales conseguimos un poco de paz.
Invito al responsable a que controle este servicio, que se pase por el hospital y compruebe el menú que sirve la empresa ISS y así podrá comprobar por sí mismo el servicio que presta dicha empresa, y si usted es una persona ética y coherente pondrá remedio a esta situación insostenible, y si no lo hace, ya sabré como catalogarlo, lo cual me daría pena por los enfermos que son los que al fin y al cabo pagan las consecuencias.
Yo estaré todavía varias semanas ingresada y podré comprobar por mí misma si cumple usted con su obligación, que no es otra que comprobar que el servició de ‘catering’ sea el adecuado, y si no lo fuere, cambiar de empresa, porque es un clamor entre los enfermos y una falta de conciencia el seguir con una empresa que nos causa tanto malestar.
Espero su respuesta, rápida y eficaz, le ruego que no se olvide de nosotros; conocedora de ONGs tales como La Cruz Roja, le aseguro que dan de comer mucho mejor que aquí, la Seguridad Social, que al fin y al cabo pagamos todos los españoles, con el agravante de que solo nos dan una botella de agua de 50 cl. en la comida y otra en la cena, teniendo que comprar los enfermos el agua que necesitemos.
También quería remarcar la falta de suministros como pañales y la ropa necesaria durante el ingreso: el personal se las ve y se las desea para llegar a todo.
Esta situación nos deprime, porque muchos de los enfermos ingresados cobran pensiones de muy pequeña cuantía y ello es motivo de angustia para muchos de ellos porque genera gastos extra que no pueden asumir. Todo esto, añadido al sufrimiento de nuestros seres queridos, crea una situación alarmante que en algunos casos conduce a la desesperación.
