Jorge Fuentes. Embajador de España.
Durante varias semanas he estado desplazándome, literal o metafóricamente, con mis ‘viajes’ que me llevaron desde Washington, Bruselas y Varsovia a Madrid, Valencia, Castellón y Benicássim. He dejado pasar muy a conciencia, el comentario de no pocos acontecimientos nacionales e internacionales que otros colaboradores del diario trataron minuciosa y brillantemente. Para no pecar de indiferente, permítanme recoger ahora, telegráficamente los datos que considero clave en este 2013.
1. Sin duda el primero es el nombramiento de un nuevo Papa que, por primera vez en 20 siglos es un no europeo. Y también por primera vez en 600 años va a convivir con su predecesor. Francisco viene cargado de aires innovadores: quiere ser el papa de los pobres, simplificar su atuendo y su modus vivendi (nada de joyas ni de zapatos colorados, cambio de residencia desde los aposentos habituales a la sencilla residencia Santa Marta, abandono del papa-movil acristalado etc). Gestos todos ellos correctos que deben preludiar la acometida inaplazable de solución de los gravísimos problemas que acosan a nuestra Iglesia desde el prisma espiritual, social, financiero e informativo.
Capítulo aparte es el pésimo arreglo protocolario que organizó el vaticano para el primer encuentro del papa argentino con la presidenta de su país: almuerzo tete-a-tete, intercambio de regalos, besos y abrazos. Un cero al protocolo vaticano generalmente extraordinario, y un diez al de Exteriores argentino que supo colar ese encuentro nada urgente entre el líder espiritual de 1200 millones de católicos y una presidenta cuestionable.
2. Chipre se convirtió en un paraíso fiscal dentro de la Unión Europea, con impuestos bajos, intereses bancarios altísimos lo que atrajo depósitos extranjeros de dudosa procedencia multiplicando por 10 el PIB nacional. La compra de tambaleantes bonos griegos y el subsiguiente derrumbe económico de este país hicieron quebrar la banca chipriota, provocaron la huida de los fondos extranjeros y pusieron en entredicho la permanencia en la eurozona y en la UE de uno de sus miembros.
Pese a que Chipre solo representa el 0’2% de la economía comunitaria, una vez más el pésimo efecto que hubiera producido la salida de un país de la Unión, movilizó a los restantes socios para rescatar al pequeño país procediendo a su apoyo esta vez con un sacrificio aun mayor que en otras ocasiones para el sufrido ahorrador.
3. Ningún punto del mundo tiene una quiebra socio-político-económica de la envergadura de la que existe en el paralelo 38 entre las dos Coreas, residuo de la guerra de los años cincuentas que aun muchos recordamos. Cuando hace unos decenios, se produjo la reunificación de las dos Alemanias, los dos Vietnam y los dos Yemen, todos tuvimos la esperanza de que aquella marea alcanzara a las Coreas y a las Chinas. No fue así y ahora el régimen de Kim Jong-Un en Pyongyang amenaza con un ataque nuclear al vecino del Sur y provoca el espectro de un nuevo conflicto mundial. Naturalmente los EE.UU. protegerán a su aliado de Seul pero la solución para acabar con los sobresaltos de ese ‘estado gamberro’ que es Corea del Norte radica en que China, Japón y Rusia convenzan al país que, por ese camino, su participación en la sociedad internacional es inviable.
4. La muerte de Hugo Chaves en Venezuela estaba tan anunciada que no sorprendió a nadie. Habrá elecciones que vencerá previsiblemente su lugarteniente y heredero del “estilo Chaves” y mientras Maduro se mantenga, el populismo socialista y antidemocrático se perpetuará en un buen número de países hispanoamericanos.
5. La primavera árabe está, como habíamos anunciado, cada día peor. Los gobiernos recién nombrados como resultado de las revueltas están ya haciendo aguas.
6. En Italia, las recientes elecciones han dado resultados que vuelven difícil la gobernabilidad del país. Payasos al poder, coaliciones imposibles, la estabilidad en manos del veterano presidente Napolitano y he ahí que, como siempre, Italia pese a sus constantes zozobras políticas, sigue adelante. “E pur si muove”.
7. Ha muerto Margaret Thatcher, uno de los políticos con más arrestos de una generación en que había hombres -y mujeres- de gran envergadura en el panorama político. Más que evocar su papel en la guerra de las Malvinas, sus rotundas reformas económicas con la aplicación a rajatabla de una política liberal y privatizadora, su desmantelamiento de los sindicatos, de ella hay que recordar su determinación, su coraje y su defensa de los principios por encima de una política oportunista. Thatcher está ganando una batalla después de muerta cuando los medios informativos del mundo entero especulan sobre "¿Cómo hubiera resuelto M.T. los problemas políticos y económicos de hoy?" Ciertamente no como los políticos y los economistas de hoy.
8. Y España, entretanto, a punto de tocar fondo con el separatismo, el paro; la duda de si los brotes son ya verdes o si los aplazamos para el año que viene si Dios quiere; la tendencia a la formación de partidos tan difícilmente compaginables como en la vecina Italia. Y sobre todo la corrupción con muestras tan letales como el EREgate, el Pujolgate, el Gürtelazo y “last but not least” el Urdangarinazo que deriva en la imputación de la infanta Cristina y en el descrédito adicional de la primera institución del Estado.