Enrique Domínguez. Economista.
Otro dato positivo en la cifra de paro registrado; y es el tercer mes consecutivo de descenso, insisto, del paro registrado.
La pregunta es bastante obvia. ¿Es esto un brote verde, como se decía en la legislatura anterior o un rayo de esperanza, un signo positivo, algo que induce a la confianza, el inicio de la ansiada recuperación?.
No diré que es la pregunta del millón pero sí señalaré que posiblemente nos engañe nuestro subconsciente al expresar lo que desearíamos confirmar y no lo que posiblemente ocurra. Con ello no quiero decir que este descenso es un espejismo y que septiembre, o tal vez agosto, nos devuelva a la cruda realidad, aunque ello es bastante probable.
Pero lo cierto es que en la provincia de Castellón la Encuesta sobre la Población Activa del segundo trimestre del año en curso, buena para el conjunto español, con un descenso del paro en más de doscientas mil personas, en nuestra provincia, por el contrario, ha vuelto a incrementarse y, esta vez, en 400 parados; Castellón ha sido una de las catorce provincias españolas en las que se ha elevado el paro y su tasa sobre la población activa.
Y se ha incrementado hasta niveles preocupantes: casi una de cada tres personas activas está en paro, el 32,18% del total frente al 26,26% en España y al 29,06% en la Comunitat Valenciana. ¡Cuán lejos están estos porcentajes del 5,24% en el tercer trimestre de 2006 en plena fase expansiva de la burbuja inmobiliaria¡; pero también del 9,5% del segundo trimestre de 2008, del 19,70% en igual periodo de 2009, del 24,9% en abril-junio de 2010, del 26,92% un año después o del 28,07% en abril-junio de 2012. La evolución es creciente y, salvo una pequeña inflexión en el segundo semestre de 2012, no se ven todavía cambios que permitan asegurar una cierta recuperación. Seguramente la EPA del tercer trimestre sea menos elevada, pero ¿y la del cuarto?.
Hay que ser muy cautos porque, aunque hay señales que nos indican una mejoría o una situación menos mala que un año antes a nivel macroeconómico: prima de riesgo en el entorno de los trescientos puntos, trayectoria alcista de las exportaciones, en particular en los mercados extracomunitarios, cierta entrada de capital extranjero, posibilidad de endeudamiento en el mercado internacional para las grandes empresas, etc.; también es cierto que a las pymes españolas en general y a las castellonenses en particular no les llega el crédito, que el mercado interior sigue paralizado, que el consumo no arranca y se adquiere lo imprescindible a pesar de las amplias rebajas, que se invierte lo mínimo y que los recortes en todos los sentidos siguen y, en el campo de la empresa, apenas se hace algo en lo relativo a la innovación e investigación que no sea recortar; la deuda española superará el 90% del PIB en 2013 y el déficit rebasará, seguramente, el 6,5% previsto.
Y esta es nuestra situación: estamos menos mal que hace doce meses; es positivo que el paro descienda por tercer mes consecutivo aunque está en cifras muy elevadas; hay más pernoctaciones pero menos ingresos, seguimos exportando más pero por precio y cualquier piedra en el camino de nuestro principal sector exportador (antes la tasa del gas y ahora la tasa sobre la cogeneración) hace peligrar su futuro.
Y lo más preocupante: si se confirma la salida de la recesión en el tercer trimestre y se inicia una ligera y larga fase de recuperación, ¿seremos capaces de poner en práctica los buenos propósitos que la crisis ha hecho aflorar: valores, modificación del modelo productivo, fabricar lo que tiene venta, internacionalización, calidad, innovación,….?
