Federico Arnau. Comerciante jubilado.
Llegando al final del año, generalmente se suele hacer un recordatorio de lo que ha ocurrido durante los 12 meses, a modo de resumen final.
Este 2014, cuando nos comamos las uvas, o los gajos de mandarina, y pasemos al 2015 , durante los primeros días, deberíamos analizar muchas de las cosas que hemos vivido, para poder enmendarlas, no cometer los mismos errores y afrontar el nuevo año con el espíritu de ser mejores.
Ha sido el año de las dimisiones, que no estábamos acostumbrados a ello, por lo que exigíamos, que se comportasen los políticos, generalmente como en los estados del norte de Europa.
La más notoria, fue la dimisión, abdicación de su Majestad Juan Carlos I, no por los fallos, a mi modo de entender, como en la cacería de elefantes, porque entiendo que en esas cacerías generalmente se suelen hacer además de ‘fiestorras’, se hacen negocios, y eso lo hacen todos aunque no nos enteremos.
Pero sin embargo, sí que le minó el comportamiento nada ejemplar de su yerno, que arrastraba además a su hija, la Infanta Cristina, y que cuando la casa Real detectó el tema, según pienso, y se quiso apartarlo mandándolo a los Estados Unidos, este personaje desoyó, al parecer a su suegro siguiendo con los diferentes negocios.
Por lo tanto, ahora que deberá declarar la infanta, es un aviso para navegantes, para que no haya más urdangarines y las esposas no firmen nada si no lo tienen claro, porque se pueden convertir en cómplices.
El fiscal General del Estado, Torres Dulce, a mi modo de entender, aparte de las presiones que pudiese tener del gobierno, porque todos los fiscales lo tienen, da lo mismo que gobierne el PP que el PSOE, no tenia otra salida, pues yo como ciudadano no podía admitir que el fiscal General del Estado claudicase ante el presidente Artur Mas sin que le aplicase la ley contra la desobediencia y la Constitución, forzando al gobierno de España a que actuase retirando las urnas y crear un desorden ciudadano.
Los ministros, conselleres, diputados autonómicos, alcaldes, concejales, sindicalistas, banqueros, asesores, todos aquellos que han dimitido y los que faltan por dimitir, por su actos, bien por no desarrollar su trabajo correctamente, por haberse beneficiado de sus parejas, o haber delinquido, con sus actos corruptos; algunos en prisión, otros en espera de juicio, lo cierto es que la justicia empieza, a pesar, a veces de presiones, en función de quien sea el acusado, a hacer valer que todos somos iguales ante la ley.
Los políticos que forman los gobiernos municipales, deberían reflexionar, ya que estamos en plena campaña electoral, qué discursos deberán, de transmitir al ciudadano para que sean creíbles y, sobre todo, de interés para sus municipios y no solo pensando en temas partidistas o a lo que digan sus líderes. Porque sus líderes no conocen a los ciudadanos y necesidades de cada municipio, por lo tanto, habrá que desobedecer algunas consignas si no son interesantes para la ciudad, o pueblo pequeño que se quiera gestionar.
El 2014, por fin el Gobierno reconoció que las inyecciones de gas del proyecto Castor habían sido las culpables de los seísmos en las costas castellonenses. Paralizado el proyecto, había que pagar, y mucho, por esa planta de gas, y los políticos se acusan de todo, pero los que pagamos somos los ciudadanos, cuando todo ese dinero de indemnización debería de pagarlo el PSOE, por autorizar un proyecto sin tener todas los estudios pertinentes de seguridad; el PP, por no paralizar el tema cuando las cosas no estaban correctas. Por lo tanto, son los dos partidos responsables, uno por autorizarlo y el otro por no suspenderlo; esto se puede hacer perfectamente. El PSOE minó el proyecto del aeropuerto de Castellón tanto como pudo para retrasar la puesta en marcha, por lo tanto, el PP podría haber hecho lo mismo con el Castor.
Y por fin, a través de la empresa Lavaline, gestora del Aeropuerto, y con todos los permisos para poder operar, ya será posible si las ventas en las diferentes ferias de turismo internacionales a las que se ha presentado el Aeropuerto como otro punto de llegada a la Costa de Azahar se hacen realidad en primavera; y es posible, tengo la seguridad personal, que será mas rentable que Santander, León, Burgos, Vitoria, Logroño o Lugo, por citar alguno, y sobre todo los parados de Ciudad Real, Huesca o Lérida.
También, hemos tenido la inauguración, del Tram, tan discutido hasta la saciedad, y el éxito de viajeros que está teniendo a pesar de que algún convoy se haya averiado, cosa lógica en el inicio de cualquier actividad hasta que se perfeccione y la puesta a punto sea perfecta. Ojalá la actividad económica se vaya incrementando de manera que, en poco tiempo, se pueda empezar el proyecto tal como estaba planificado antes de la crisis, de la línea Almassora, Vila-real, Bechí, Onda... En principio, y luego conexión a Burriana y Benicàssim, por el sur y por el norte. Para todo esto pueden pasar 30 años, pero en Castellón estamos acostumbrados a que los proyectos de esta provincia se eternicen, y sin embargo en otras no tanto.
Las inversiones son caras, pero el derroche que tanto critican algunos partidos y gente sin ideas concretas de las infraestructuras, son como los proyectos de investigación, unos sirven para la modernización de las ciudades, el bienestar de sus ciudadanos, no quedarse atrás del resto del mundo moderno, seguir hacia delante y, eso, al final, se traduce en ciudades vivas y, por supuesto, en empleo. Y la investigación a la que se debería dedicar también mas capital, desde la tecnología, fármacos y demás, es importante para el desarrollo y liderazgo de un país…
También hay inversiones mas pequeñas, que al final son mas caras, porque son inversiones de las que se pueden prescindir porque son de relleno, para quedar bien o simplemente gastar lo que no se tiene... y sin embargo, eso no se critica.
Reflexión y feliz año 2015.