Federico Arnau. Comerciante jubilado.
Con la festividad del día de Reyes terminan los días vacacionales para estudiantes y docentes, las comilonas de empresas, familiares, el desembolso económico por los extras de estas fiestas y regalos, las aportaciones a los programas solidarios de las televisiones y el haber desconectado en parte de las noticias, porque incluso en estos días ni se producen, salvo las de siempre, accidentes o atentados terroristas como el de Estambul.
Pero después de la Epifanía del Señor, sin dejarnos ninguna tregua el primer día fue sábado, y aunque anteriormente algunas firmas empezaron las rebajas, estamos todo el año invadidos de ofertas. Siempre parece que el 7 se bajan más artículos y nos lanzamos a ver si hay algo interesante que nos podamos beneficiar, aunque no todos los artículos merecen la denominación de rebajados puesto en la etiqueta. Pero si no tuvimos tiempo el sábado, lo tuvimos el domingo, para poder escurrir bien los bolsillos del efectivo, porque si hemos usado el plástico, el susto nos llegara a finales de Enero, incluso de artículos que ya ni nos acordamos que las adquirimos
Pero después de estos fastos volvemos a la realidad de nuestros días, y la realidad no es otra, que la que nos toca vivir día a día y sus consecuencias.
¿Sera este año al que por fin se pondrán las soluciones que necesita la humanidad?
Seguramente seguiremos, viviendo según el nivel de cada uno. Salvo aquellos que son capaces de endeudarse por unas vacaciones en crucero. Por ejemplo, los comensales del Plaza de Madrid cenaron en Nochevieja por la módica cantidad de 580 euros cubierto y 1.500 euros la habitación, en caso de usarla.
Casi 100.000 pesetas del año 2000, solo un cubierto que hace 16 años costaba ya por ser el plaza 25.000 pesetas. Si el menú hubiese sido de 200 euros ya se puede comer muy bien pero muy bien por ese precio incluido el lujo del lugar, no hubiese estado de más que estos poderosos adinerados hubiesen destinado los 380 euros restantes a la compra de alimentos para los necesitados, seguramente, con esa cantidad se hubiese podido dar de comer a más de 100.000 refugiados en sus tiendas de lonas y campamentos bastante precarios.
Lo más honrado y satisfactorio que puede hacer gala el ser humano es la honestidad, la sinceridad y el respeto.
Estas tres palabras deberían de ser prioritarias para nuestros políticos y la del resto del mundo, pero a los españoles lo que nos interesa son los que nos representan directamente, que son los que hemos votado, y que puedan ser capaces de aplicárselo en beneficio de quien representan.
No es fácil gobernar bien para todos, pero gobernar con responsabilidad sí que es viable, simplemente en aplicar las normas que un hogar decente y honesto, saber cómo sacar de un cocido cuatro comidas, como no gastar más de lo que ingresa, en el caso del hogar gastar más supone comer solo sopas, o buscar más trabajos, con lo cual la ansiedad y el mal humor empieza a destruir ese hogar. En el caso de las administraciones, en el primer caso es recortar prestaciones, y en todo caso solo tienen que subir tasas e impuestos para poder llegar, eso no es gobernar, a eso yo le llamo atracar, un atraco consentido.
Empezamos un año más y unas nuevas estadísticas, y nos complacemos cuando al final del año las estadísticas son inferiores a las del año pasado, en el caso de accidentes y puntos negros nos ponemos medallas por lo bien que se está trabajando en paliar esos defectos existentes para evitar dichos accidentes.
Pero los responsables de haber, o tener que hacer para poner solucionar y poner fin a los asesinatos de las mujeres en la llamada violencia de género, se han tomado el tema en serio o solo es un tema de estadística. No me sirve hacerse la foto en las puertas de las administraciones en un minuto de silencio.
Como hijo de una mujer, como esposo de una mujer y como padre de una mujer, exijo a las autoridades que de una vez tomen cartas en el asunto, y esto es al hombre que hace esto, castración, cadena perpetua y sin ningún privilegio, ni tan siquiera televisión, radio o prensa, encerrado en la celda hasta que muera.
En estos casos, como en cualquier asesinato de la índole que sea, los derechos humanos no sirven, y las asociaciones o departamentos de derechos que velan por el bien estar de los presos, se cuidaran mucho de decir y exigir nada.
Porque el preso sabe a través de la ventana de la celda si es de día o de noches si hace sol o nublado, si llueve o hace viento, y además, tiene la gran suerte de cruzar unas palabras con el funcionario que le lleva la comida, la asesinada o los asesinados no lo tienen.
Sería una lista interminable de peticiones para este nuevo año, pero veremos lo que nos deparara de aquí a final de 2017, si serán capaces nuestros políticos de que sea una legislatura para las personas y por las personas, como reza el discurso progresista, o seguiremos pensando cómo alcanzar el sillón y de qué manera a costa de los ciudadanos.
Tendremos la capacidad y la gallardía de hacernos respetar ante Europa y el Mundo y no dejarnos vapulear por los países Nórdicos y por Holanda, un país como la Comunitat Valenciana.
Y será capaz el tripartito y el resto de ser decentes y permitir que se haga una reunificación, para que todos los españoles seamos igual como dice la constitución.
Tiempo tendremos para ir viendo y desmenuzando tantos y tantos temas fáciles de solucionar y poca voluntad de enfrentarse a soluciones porque ahora el que mando soy yo. Equivocadamente porque simplemente se es un servidor del que manda que es el pueblo soberano.